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Joyería y diamantes

Un nuevo concepto de joyería sostenible llega a Madrid desde Perú

Imelda de Val busca trazar un cambio en la extracción de minerales siendo parte del sello Fairmined, el nivel más alto de minería responsable

Una marca de joyería sostenible llega a Madrid desde Perú
Una marca de joyería sostenible llega a Madrid desde Perú Imelda De Val

El valor del aprendizaje, nuestras experiencias y los recuerdos de todos aquellos que han pasado por nuestro camino, cobra un valor invaluable que jamás podremos ponerle un precio, lo que sí podemos es representar nuestras vivencias en piedras tan preciosas y preciadas como nuestro paso por este mundo.

Este es solo uno de los mensajes queValery Lisboa Goicochea, CEO y Fundadora de la marca de joyería peruana sostenible Imelda de Val, detalla al momento de diseñar una joya única para cada uno de sus clientes.

“Una joya es el reflejo de tu alma, de tu vida y yo me encargo de recoger esa esencia y representarla en oro y piedras preciosas”, dijo Valeria a LA RAZÓN, en la previa de la presentación oficial de la marca en Madrid.

La refinería y la extracción de minerales es un tema muy sensible en el país sudamericano, no obstante, Imelda de Val, trabaja por dar un cambio en la industria con una propuesta de “joyería sostenible”.

Sello Fairmined y la extracción del oro

El rubro de la joyería peruana a menudo pasa desapercibido, y aún se habla muy poco sobre los desafíos ambientales y sociales que enfrenta la industria minera, Pero los locales son muy conscientes del daño de la producción masiva que muchas empresas realizan alrededor.

Imelda de Val intenta hacer un cambio creando conciencia en la industria siendo parte de una iniciativa que certifica el oro de origen responsable, asegurando su trazabilidad y garantizando que haya sido extraído con las mejores prácticas mineras enfocadas en la protección del medio ambiente.

Fairmined es el nivel más alto de minería responsable, y obtener su certificación es un proceso que puede tomar años en ser alcanzada. Esta certificación se renueva y audita cada año.

“Nos enorgullece ofrecer a nuestros clientes piezas de joyería que no solo son hermosas, sino que también reflejan nuestros valores y contribuyen a un cambio positivo en la industria”, destaca la marca.

Las diamanteras y la industria diamantífera en general han enfrentado críticas y desafíos en relación con los derechos humanos, especialmente en relación con los diamantes de conflicto. Sin embargo, se han establecido mecanismos y estándares para abordar estos problemas y promover prácticas éticas y responsables en la cadena de suministro de los diamantes.

“Nuestras piedras preciosas son obtenidas solo de fuentes legales, y proveedores autorizados para la comercialización de las piedras. nuestros diamantes están certificados por laboratorios GIA, institución líder en el campo de la gemología, especialmente en la clasificación y certificación de diamantes”, asegura Imelda de Val.

Un producto sostenible

A diferencia de la refinería consumista y sobreexplotada, Imelda de Val trabaja con organizaciones mineras artesanales y de pequeña escala (MAPE), las cuales aseguran que no se genere una sobre explotación de los recursos naturales. Este compromiso se reafirma gracias a que sus piezas son producidas con oro del sello Fairmined, el cual asegura la trazabilidad del material y la extracción respetuosa con el medio ambiente y las personas que participan en dicho proceso.

Tal y como cuenta su propietaria, la marca no motiva las compras masivas, las piezas que producen son de bajo demanda, y atemporales. “No perseguimos modas, pero sí historias que inspiran”, dice Valery.

Imelda de Val es una joyería que encarna pasión, sencillez y trabajo sin precedentes, tal y como es su creadora, una mujer que hoy ve el resultado de un trabajo que creció desde muy abajo.

Su trayecto como empresaria inició en las calles como vendedora de biblias cuando a penas terminó sus estudios de secundaria, poco a poco su sacrificio la empujó a dar un salto y ser parte de los algunos equipos financieros en Perú, hasta convertirse hoy en la dueña de una marca de joyerías con la que inicia desde ahora a vender en el extranjero (siendo Madrid su primera parada).

De este modo, Imelda de Val abre sus puertas en nuestra capital y en plena Gran Vía, 17. Este 31 de mayo inaugurará su nuevo espacio en un evento muy exclusivo y con grandes sorpresas, todo a la altura de una joya.