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Transición energética

Un planeta que depende del agua para la vida

El Día de la Tierra celebra un año árido en España ante la sombra de la sequía

En los cuatro primeros meses de este año se han recogido 138 litros por metro cuadrado por debajo de lo normal
La sequía ya afecta a los cultivosLA RAZÓNLA RAZÓN

La conmemoración del Día de la Tierra (22 de abril) este año llega a España en un momento crítico, debido a que las altas temperaturas y la falta de lluvias que han agravado la sequía en casi todo el país, causando graves efectos en la agricultura y ganadería. «Las perspectivas no son buenas, nos espera un verano con falta de agua», dice a LA RAZÓN Guillem Martín, profesor de la Universidad Carlemany de Andorra.

Si bien, el experto considera que el papel de los gobiernos son imprescindibles para combatir esta problemática, también quiere poner en relevancia el papel individual de los ciudadanos: «Tenemos que estar a la altura por la gravedad de la situación».

Martín hace un llamamiento a la población para empezar a tomar acciones básicas que se pueden ir realizando desde ya en cada hogar. «Es evidente que se tendrán que poner en marcha programas para gastar menos agua, pero desde casa, acciones mínimas como cerrar el grifo son actos vitales y de gran importancia. Si tenemos fincas o casas con jardín quizá ha llegado el momento de prescindir del césped», recalca.

El Día de la Tierra es un día para la reflexión, ya que recordamos que la tierra es nuestro hogar en común, donde todos los habitantes contribuimos a su bienestar y preservación en el futuro.

«Como ciudadanos tenemos que ser conscientes del peligro que puede significar una sequía, debido a que al perjudicar al sector alimentario, afecta también a la cadena de suministro del cual dependemos para vivir», señala. «Comemos gracias al agua, porque sin agua no hay vida», añade el profesor.

Asimismo, Martín quiere recordar conceptos básicos de la educación, como cuando en los colegios nos recordaban que para que haya vida en un planeta, cualquiera que sea, tiene que haber agua.

En una perspectiva al pasado, el profesor evoca el proceso del acceso al agua, ya que tuvieron que pasar muchísimos años de civilización y de innovación tecnológica para hacer que muchas sociedades en el mundo logren dicho acceso. De hecho, según datos del Banco Mundial, a día de hoy, alrededor de 2.000 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura, 3.600 millones no cuentan con servicios de saneamiento seguros y 2.300 millones carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos.

Para Martín hay acciones claves que pueden regularse como, por ejemplo, el uso de los acuíferos y las aguas subterráneas, que son imprescindibles para el ciclo hidrológico: «Antes costaba mucho tener agua en casa, hoy es mucho más fácil que hace 100 años. Además, tenemos una demanda de agua mucho mayor, pero me atrevería a decir que su aprovechamiento es menor».

El Gobierno Central se ha reunido esta semana en la Mesa de la Sequía para debatir soluciones ante esta nueva problemática, y si bien no se ha llegado a concretar ninguna acción, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas, aseguró que se remitiría una carta a Bruselas para plantear medidas de flexibilización o de carácter excepcional en la aplicación de las normas de la Política Agraria Común (PAC) ante la grave sequía que afecta al país.