
Prueba
Ebro s700: algo más que razonable
Tiene un motor de gasolina que rinde 147 cv con cambio automático con doble embrague. Desde 27.641 euros

El mercado, especialmente el español, está convulso con el desembarco masivo de automóviles chinos bajo una nomenclatura de marcas que está exigiendo del comprador un examen más riguroso de los catálogos, entre los que aparece un sello de fácil identificación, EBRO, que es una marca española renacida gracias a un acuerdo con el grupo chino Chery y, por el momento, cuatro modelos más que razonables para solucionar el hoy complicado y costosísimo cambio de coche si nos atenemos exclusivamente a la oferta de la mayoría de los fabricantes occidentales.

El modelo S700, nuestro protagonista, ha sido el primero de la marca Ebro en llegar al mercado español, con cualidades sorprendentes cuando se conduce, a pesar de algunos defectos en materia de consumo y facilidades multimedia, ambos perfectamente subsanables por la marca.

Nuestro S700 es la versión atmosférica (la marca ofrece también una variante híbrida enchufable), es decir, equipada con un motor de gasolina que si no vigilamos el uso del acelerador puede mostrar en el ordenador de a bordo un consumo algo elevado, por otro lado, consecuente con el peso del coche, entre otras variables. Al final, el precio de adquisición de este modelo, desde un mínimo de 27.641 euros, bien puede compensar este inconveniente. En este caso desde 30.400 euros, porque se trata de la versión Luxury y, ojo, con 7 años de garantía (o 150.000 kilómetros) asociados.

Sorprende cuando se conduce que el ajuste del chasis es de gran nivel, acomodado a las carreteras y gustos de conducción europeos. El sistema de suspensiones filtra bien las irregularidades del asfalto y, lo que es más importante, mantiene la carrocería firme y sin las inclinaciones que genéricamente caracterizan a los SUV. El resultado dinámico de los ajustes de suspensión favorece una conducción agradable y de gran sensación de seguridad, al tiempo que los frenos son eficientes y detienen sobradamente el peso de este SUV de 4,55 metros de largo.
El corazón de este S700 se basa en un motor de 1.6, que el fabricante explica es de tercera generación, que entrega una potencia de 147 caballos y homologa un consumo de 7 litros, sólo mantenidos con una conducción sin exigencias dinámicas. El propulsor está asociado a una transmisión de doble embrague de siete relaciones desarrollada por el fabricante Getrag que se muestra equilibrada rápida en las transiciones, lo que finalmente se traduce en suavidad.

La utilización de esta combinación es sedosa y sorprendentemente silenciosa, siempre que no se exija al propulsor el máximo rendimiento, Generalmente el ruido de rodadura, debido a la utilización de unos neumáticos que no brillan este apartado, se superpone al motor en condiciones de utilización normales.
Todo está embarcado en una carrocería de diseño agradable, bien resuelta se mire por donde se mire. De la delantera puede decirse que muestra un aspecto deportivo de cierta agresividad, dominada por la calandra octogonal que caracteriza al resto de modelos de Ebro. La marca hace una descripción original y puede que excesiva frontal, porque afirma que transmite la imagen del rugido de un tigre.
Las líneas de los laterales son fluidas y ascendentes con un final elevado en el tercio trasero que recuerda a otros modelos del segmento y terminar en una trasera con la cintura elevada y caracterizada por una línea que guarda el sistema de luces led con un dibujo, una vez encendida, que a algunos observadores puede resultar algo extravagante. El portón trasero, automático en esta versión, da acceso a un maletero más pequeño de lo esperado teniendo en cuenta el tamaño del conjunto y el generoso espacio para recibir a cinco pasajeros.

El diseño del habitáculo es acorde con los gustos occidentales, aunque algunos detalles, como el acabado del selector de la transmisión, desentona con el minimalismo general interior. En esta versión el tapizado es el llamado Eco-Skin, es decir el moderno sucedáneo del cuero. El tacto y el aspecto son buenos. Falta conocer cuál es resultado de este moderno material tras el uso intensivo y el paso de los años. El diseño de las butacas está en línea con lo mejor desde el punto de vista ergonómico, de modo que es fácil encontrarse con una posición al volante confortable para afrontar largos recorridos.
Frente al conductor se ubica un tablero de a bordo de tres niveles. En el inferior se encuentran la escasa botonería de estos modelos basados en grandes pantallas de gestión táctil en lo relativo a la gestión del equipo multimedia y variadas funciones del coche, algunas de ellas relacionadas con los modelos sistemas de ayudas a la conducción.
El conductor recibe toda la información a través de un dispositivo horizontal con dos pantallas, la propia de la instrumentación de conducción y la central multimedia, de 13 pulgadas, en la que se muestran, entre otros, los gestores del sistema radio, un punto débil del S700 que Ebro debe mejorar, porque sintoniza deficientemente y equivoca la información sobre la emisora seleccionada.
Salvo los fallos leves, fácilmente subsanables, el Ebro S700 es una opción de compra más que razonable con todo lo que ofrece en un mercado convulso por los precios excesivos a igualdad de prestaciones y equipamiento.
✕
Accede a tu cuenta para comentar

El colapso de la legislatura
La «no» moción del PP: una mayoría alternativa con Junts

Comunidad Valenciana
