Tribuna
La fortaleza de un sueño
Tomás Villén, CEO Porsche Ibérica: “Estamos comprometidos con la movilidad eléctrica porque la preservación del medio ambiente es una obligación para todos”
Hace 75 años, Ferry Porsche, un verdadero visionario, fue capaz de hacer realidad su gran anhelo: «En un principio, salí a buscar el automóvil que había soñado conducir. Como no lo encontré, decidí construirlo». Así comenzaba la historia de la que acabaría convirtiéndose en una marca de leyenda: Porsche.
Ferry siempre tuvo muy claros sus objetivos, tanto en lo que se refiere al producto como a la compañía, y nunca renunció a ellos. La construcción ligera del coche debería primar sobre otros aspectos como la potencia, lo que beneficiaría la agilidad y diversión al volante. Por otro lado, su visión empresarial iba unida a la responsabilidad social, con una máxima que hoy seguimos al pie de la letra quienes formamos esta gran familia Porsche: «Hay que devolver a la sociedad parte de lo mucho que recibimos de ella».
Han pasado ya tres cuartos de siglo desde que, el 8 de junio de 1948, el Porsche 356 “Nº1” Roadster recibió su homologación para convertirse en el primer automóvil que lleva el ilustre apellido de una saga de ingenieros y diseñadores geniales. Y, pese a los enormes cambios que ha experimentado esta industria en los últimos tiempos, el ADN Porsche sigue intacto e impregnado en cada rincón de la empresa y en cada coche con este logotipo en el capó.
Años después de aquellos primeros pasos llegó el momento de sustituir al 356, y precisamente ahora se cumple también el 60º aniversario del modelo que lo hizo y que se convirtió en otra leyenda, el 911. El nueveonce es nuestro icono, el deportivo por excelencia en el que se inspiran el resto de los vehículos de la gama Porsche y que, a pesar de su edad, sigue tan en forma como el primer día, batiendo récords de ventas y emociones en todo el mundo. Buena parte del éxito del 911 es que, aun incorporando la más revolucionaria tecnología, el lujo contemporáneo y un estilo que lo hacen único, sigue manteniendo las líneas maestras en su diseño interior y exterior, así como los conceptos técnicos básicos de ligereza en la construcción, la disposición trasera del motor y, por supuesto, su aptitud para uso diario.
Una clave más de ese éxito del 911 ha sido su versatilidad, pues como también señalaba Ferry Porsche en otra de sus frases «es un coche que vale igual para ir a la ópera de Nueva York que para correr el París-Dakar».
En Porsche estamos muy orgullosos de nuestro pasado, pero no dejamos de mirar al futuro para liderar los cambios que llegan; eso sí, manteniendo la esencia y los valores que han hecho grande a esta marca. Por eso hoy estamos comprometidos con la movilidad eléctrica, porque la preservación del medio ambiente es una obligación para todos.
Nuestro espíritu pionero y la capacidad de innovación nos permiten que ese paso hacia la electromovilidad no esté reñido con las prestaciones ni con la deportividad de los coches que producimos. Buena prueba de ello es el primer modelo 100 % eléctrico de Porsche, el Taycan, y así seguirá siendo con los siguientes vehículos de baterías que llegarán a lo largo de esta década. El Macan será el próximo a principios del año que viene; luego vendrán nuestros 718 biplazas con motor central y, un poco más adelante, el Cayenne.
Pero en Porsche no nos conformamos con seguir las tendencias y también buscamos soluciones para que los más de 1.300 millones de automóviles con motor de combustión que actualmente circulan por todo el mundo puedan seguir funcionando en el futuro. Setenta y cinco años después volvemos a ser pioneros en esta industria tan competitiva y somos la empresa del sector más avanzada en la fabricación de e-fuels, un combustible obtenido de forma sintética y utilizando energías renovables en el proceso que permitirá que todos esos coches con mecánicas tradicionales continúen rodando sin contaminar.
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