Seguridad

¿Qué debo revisar en mi coche tras las vacaciones de verano?

Tras un mes de desplazamientos con intenso calor, algunos de los elementos mecánicos necesitan una atención especial

Carretera española
Carretera española Manuel BruqueAgencia EFE

Se calcula que este fin de semana se producirán alrededor de cinco millones de desplazamientos en coche por nuestras carreteras. Normalmente, viajes de vuelta de las vacaciones con los que millones de españoles se reincorporan a su rutina diaria. Vuelven los desplazamientos urbanos, trayectos laborales y hábitos de movilidad más regulares. Sin embargo, después de semanas de viajes largos, calor extremo y uso intensivo, es importante no olvidar que el vehículo también necesita una puesta a punto.

Ya sea para prevenir averías imprevistas o simplemente para garantizar una conducción segura, la revisión postvacacional del coche se ha convertido en una recomendación esencial. Y para ello, hay que dedicar especial atención a cuatro aspectos clave que conviene revisar antes de volver por completo a la normalidad:

Los más fácil es comenzar con una revisión del estado de los neumáticos y su presión. Durante el verano, los neumáticos están sometidos a condiciones exigentes: mayor carga, temperaturas elevadas y largos recorridos. Se calcula que aproximadamente un 5% de los vehículos —más de un millón— circulan con defectos graves en las ruedas. Por eso, es fundamental comprobar que el dibujo tiene la profundidad adecuada, que no hay deformaciones ni desgastes irregulares y que la presión corresponde a la recomendada por el fabricante. Circular con una presión inadecuada no solo incrementa el consumo de combustible, sino que también compromete la adherencia y la seguridad del vehículo.

Por otra parte, el calor extremo y la demanda eléctrica extra (aire acondicionado, sistemas multimedia, cargadores) pueden haber afectado en el rendimiento de la batería, especialmente si ya cuenta con varios años de uso. Si el arranque es más lento de lo habitual o notas fallos intermitentes en los componentes eléctricos, es aconsejable acudir a un taller para verificar su estado y evitar una avería inesperada.

Aprovechando que llevamos el coche al taller deberíamos también revisar los niveles de líquidos esenciales, tales como aceite del motor, líquido refrigerante, limpiaparabrisas y líquido de frenos, que son elementos que deben mantenerse en niveles adecuados. En zonas costeras, la humedad y la sal también pueden acelerar el desgaste de ciertos componentes, por lo que es recomendable hacer una revisión más exhaustiva al volver a casa.

Por último, ponga atención en el sistema de frenos y a la suspensión. Cualquier vibración al frenar, chirrido, o pérdida de sensibilidad puede ser una señal de desgaste. Lo mismo ocurre con la suspensión, que puede haberse visto afectada si el coche ha circulado con mucho peso o por carreteras irregulares. Una revisión preventiva puede evitar sustos y garantizar una conducción más estable y segura.