Seguridad Vial
No subestimes la pérdida del tapón de la rueda: ¿Por qué es tan importante?
Si se pierde el tapón de la rueda, es importante reemplazarlo lo antes posible. A continuación, te explicamos por qué
Mantener la presión correcta en los neumáticos es fundamental. Primero, porque una presión descuidada puede originar un mayor gasto. Y segundo, porque llevar los neumáticos deshinchados puede desencadenar situaciones muy peligrosas en la carretera. La presión recomendada por los fabricantes suele moverse entre los 2 y 2.7 bares, pero depende del modelo de coche y de neumático, de la carga del vehículo y de la velocidad a la que vaya a circular. Para saber cuál es la recomendación del fabricante para nuestro caso en particular, debes mirar en el marco de la puerta del coche, en la guantera o en el depósito del combustible; que es donde suele aparecer la información. Aunque siempre podemos acudir al manual de uso del vehículo.
Hay varios motivos por los que una rueda en perfectas condiciones podría perder aire. La primera y más importante es que, a pesar de que las ruedas son elementos cerrados, no son totalmente herméticas. El material y el método con el que se fabrican los neumáticos provoca que exista cierto grado de porosidad, lo que irremediablemente permitirá el paso del aire. Evidentemente, las cantidades de aire que pierde una rueda en perfecto estado son ínfimas, sobre todo cuando son nuevas.
Pero cuando llevamos un tiempo usándolas... es inevitable que se acabe perdiendo parte de la presión. Este fenómeno se exagera -además- cuando existen cambios bruscos de temperatura, que hacen que aumente la porosidad del neumático y que -por lo tanto- se pierda más aire. Otra causa que podría explicar que nuestros neumáticos estén perdiendo más aire de lo normal es que la rueda no esté en tan buenas condiciones como nos habíamos imaginado.
El peligro de perder el tapón
Y uno de los fallos más frecuentes es que la válvula de hinchado haya perdido su tapón. Nunca le hemos dado demasiada importancia… más allá de por una cuestión estética. Sin embargo, es algo que tampoco deberíamos descuidar. Es cierto que perder los tapones no es algo ni remotamente catastrófico, pero con el paso del tiempo… sí que puede convertirse en un problema.
Suele pasarse por alto, pero las válvulas de los neumáticos tienen un diseño muy interesante. La base de su funcionamiento es una pequeña pieza llamada obús, que es lo que impide la salida del aire, y lo que -a su vez- permite que pueda hincharse cuando la aguja central se presiona. Sin embargo, el sistema está lejos de ser perfecto. Cuando al neumático se le somete a la enorme presión de circular por la carretera, es normal que se escape algo de aire.
Esto no sería un problema si fuera una cuestión puntual, porque la cantidad de aire que pierde el neumático es ínfima. Sin embargo, al ser una pérdida de presión constante, no tardará mucho en quedarse vacía. Y esa es la función principal del tampón… asegurar el sello. Otra de sus funciones es evitar que la suciedad se incruste y haga presión sobre la aguja, permitiendo la salida del aire. Y si este es el caso, se desinflará muy rápido, con el consiguiente peligro para los ocupantes del vehículo y el resto de usuarios de la vía.
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