Un estallido de aroma y color inunda Cieza en su tradicional floración

Cieza vive un año más su tradicional floración entre los meses de febrero y marzo como antesala de la llegada de la primavera, inundando de aromas frutales y un color vibrante el municipio con 13.000 hectáreas de melocotoneros, almendros, albaricoqueros, nectarinas y ciruelos luciendo sus mejores galas con mantos de color rosa, rojo y blanco.

Un espectáculo inigualable que cada año atrae a cientos de personas amantes de la naturaleza a contemplar un fenómeno convertido ya en toda una atracción turística que suscitaba la atención de profesionales de la fotografía y aficionados.

Esta temporada, el proceso de la naturaleza se ha adelantado, y se lleva produciendo desde el pasado 20 de febrero y hasta el 10 de marzo, por lo que es imprescindible apresurarse para contemplar este espectáculo que se repite una vez al año.

La Floración en Cieza se caracteriza por las diferentes tonalidades de fucsia de las flores de la multitud de variedades de melocotones, paraguayos y nectarinas que se mezclan con las blancas de ciruelas, albaricoques y almendras, así como con las hojas verdes de los árboles ya florecidos. Esta mezcla crea paisajes que parecen auténticas pinturas.

Así, para conocer en profundidad el desarrollo y el potencial de este proceso natural, se pueden contratar visitas por las zonas más llamativas de la floración. Así, acompañados de guías locales, los visitantes pueden conocer los mejores miradores y rincones desde dónde disfrutar las mejores vistas para echar fotos de la Floración en Cieza, saborear la gastronomía local con un almuerzo campero y deleitarse con los recursos turísticos del municipio y de su comarca, el Valle de Ricote.

«Espectacular, increíble, extraordinario o maravilloso» son algunos de los calificativos que suelen surgir entre las personas que cada año realizan las rutas de la Floración de Cieza, organizadas por instituciones, asociaciones y colectivos.

De hecho, a través de Agromarketing Experiencias se encuentra la posibilidad de visitar estos paisajes únicos en el mundo, «y desde donde contribuimos al desarrollo rural de Cieza y su comarca», señalan desde la organización.

Pero todo este espectáculo no sería posible sin eltrabajo de los agricultores, quienes son los encargados de velar por la protección de los árboles y por asegurarse de que la vida que brota de ellos está bien conservada.

Inversión en la Vía Verde

Por otra parte, el pasado 23 de febrero, el Gobierno murciano aprobó una inversión de 998.648 euros para la contratación de las obras de acondicionamiento de la Vía Verde de la floración de Cieza. Una iniciativa anunciada por el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, en el tramo ferroviario entre Cieza y Agramón (Hellín) que quedó en desuso en 2019, al ser suplido por la variante de Camarillas, resultando de interés su recuperación para usos no motorizados y su incorporación a la red regional de vías verdes.

Este tramo, en el término municipal de Cieza, de unos 9,8 kilómetros, conectaría en su inicio con la Vía Verde del Chicharra Cieza, transcurriendo por un entorno de campo y frutales, con el principal atractivo de la floración en primavera, y con la posibilidad de establecer itinerarios de conexión con el Camino de la Vera Cruz y con la Vía Verde del Noroeste.