Energía
El desierto energético de la Región de Murcia que podría estar en vías de extinción
El Gobierno regional arranca al Estado el compromiso de invertir 300 millones en la comunidad en el próximo Plan de Planificación Eléctrica
Cero euros. Esa era la cifra inicial que había previsto el Estado para la Región de Murcia en el nuevo Plan de Planificación Eléctrica con horizonte 2030, -que se ya se encuentra en una fase de audiencia pública, y en el que se podrán alegaciones y contribuciones-, tal y como ha informado el ministerio para la Transición Ecológica y Reto Democrático (Miteco).
El Ejecutivo regional no tardó en denunciar lo que consideraba «un nuevo castigo» del Gobierno de Pedro Sánchez a la Región de Murcia. Sin embargo, la insistencia, el trabajo y la capacidad de negociación de la consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, que dirige Juan María Vázquez, ha permitido arrancarle al Estado un compromiso de inversiones eléctricas en la comunidad autónoma.
Esa cifra podría ascender a los 300 millones de euros, con los cuales está previsto que se sufrague un paquete de actuaciones, que incluirá la construcción de 35 nuevas posiciones, que estarán comprendidas dentro de tres subestaciones de nueva construcción, además de la ampliación de las ya existentes, según informan desde el Gobierno regional.
Se trata de una magnífica noticia, porque esa importante inyección económica permitiría al Noroeste de la Región -que es deficitario en la producción de energía eléctrica- que dejase de tener su red «colapsada». En la práctica esto significa que no se puede generar más electricidad y, por tanto, limita la llegada de nuevos proyectos industriales a los que se puedan «conectar» las empresas.
Energías más limpias
Dichos proyectos industriales posibilitarían acometer procesos de «descarbonización», apostar por nuevas energías -como el hidrógeno verde- y potenciar nuevas inversiones en el sector fotovoltaico. A esto se debería sumar también la electrificación prevista de la conexión ferroviaria con Chinchilla (Albacete) que lastra, por ejemplo, la llegada del tren Alta Velocidad (AVE) a Cartagena -estimada para el año 2030-.
El consejero Vázquez no ocultaba su alegría por lo conseguido el pasado mes de septiembre, al término de una reunión mantenida con el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard.
«La Región de Murcia ha sabido hacer los deberes, presentar propuestas serias y pelear por ellas. Con estos proyectos, fruto de nuestro Plan Industrial y de un intenso trabajo técnico, avanzamos en el futuro energético e industrial de nuestra tierra y la creación de riqueza y empleo», apuntaba el titular de Medio Ambiente, quien recordaba «la situación insostenible» y «el abandono» al que había sometido el Miteco a la Región de Murcia. Hasta ahora.
A falta de concretar los plazos, porque el Plan Eléctrico estatal no está cerrado, la comunidad autónoma podría sufrir en los próximos años una importantísima reconversión industrial. A esto se suma el tren, cuyas infraestructuras caminan a «paso de tortuga» en la Región dificultando la conexión con el resto de España.
«Espaldarazo» a la industria
A este respecto, el titular de Medio Ambiente aseguraba que «la nueva planificación tiene prevista la electrificación ferroviaria, que permitirá cubrir la demanda de la conexión de la Región de Murcia con Madrid por Chinchilla, fundamental para la movilidad sostenible y la competitividad logística».
Esta inclusión del Miteco de las demandas de la Región en materia de infraestructuras eléctricas, de concretarse y ejecutarse en los próximos años, podría ser un auténtico «espaldarazo» para el sector de la industria, máxime cuando el Ejecutivo autonómico apuesta firmemente por convertir a la comunidad en un «polo» de atracción de empresas. Sin energía y sin capacidad energética para generarla, a día de hoy, es imposible que las compañías vean atractivas la inversiones en el territorio regional.
A la espera de los plazos
En cuanto al Plan Eléctrico estatal que está elaborando el Ministerio que dirige Sara Aagesen, aseguran que busca, no solo cubrir las demandas de la comunidades autónomas, sino que quiere evitar que los consumidores experimenten una subida de las facturas eléctricas, asociada al mayor tamaño de las redes, si no van ligadas a proyectos efectivos y reales de demanda. Es decir, que se invierta bien ese dinero y que no ‘castigue’ el bolsillo de los ciudadanos.
Y el Gobierno regional tiene la hoja de ruta clara con un ambicioso Plan Industrial. De momento, esos 300 millones han sabido a victoria. Ahora solo falta que el Estado concrete los plazos, para que esas nuevas infraestructuras se conviertan en una realidad.