Aterriza frenética en su despacho, «apagando fuegos». Llega tras una mañana de varios actos, y los que le quedan por delante. Son las dos de la tarde, y no tiene apenas tiempo ni para comer. Pero saca su sonrisa, y con una cercanía no siempre usual en la clase política, la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, afronta la entrevista más como una charla informal. Se puso al frente de la Alcaldía hace dos años con las siglas del PP, tras pactar una legislatura a medias con el PSOE, cuya dirigente fue expulsada desde el partido. Noelia Arroyo sabe hablar con los medios. Periodista de profesión, también fue portavoz del Gobierno murciano entre 2015 y 2019. Su objetivo ahora es situar a Cartagena, su ciudad natal, «en el lugar que merece».

Ha llevado el nombre y obra de Isaac Peral al centro de Madrid.

Es una iniciativa que queríamos hacer desde hace un tiempo para promocionar el patrimonio naval de Cartagena, con una réplica a escala real del prototipo del submarino de Isaac Peral. Estoy muy feliz porque hemos tenido un gran impacto de la acción a nivel cultural, y de hecho también hemos anunciado un proyecto para recuperar el submarino «Tonina» y musealizarlo. Hemos conseguido tres objetivos: la promoción del patrimonio naval, que se hable de Cartagena como futuro en la industria de defensa y hacer de la ciudad un descubrimiento para que siga creciendo también desde el punto de vista turístico.

¿De qué otros ilustres cartageneros presume la ciudad?

Tres mil años de historia dan para mucho. Hemos puesto en marcha una acción que está funcionando muy bien, que es la de poner murales, esculturas o hacer rutas con los nombres más relevantes de ámbito de la ciencia o la literatura, como Carmen Conde o María Teresa Fernández.

El Mar Menor necesita a todas las administraciones. Más acción y menos propaganda»

¿Tienen previsto lanzar otra campaña de impulso con otras capitales?

Sí, queremos hacer acciones con nuestros emblemas culturales. La idea es hacer campañas de proximidad, sobre todo en Valencia, Andalucía o Madrid, porque hemos detectado que, por un lado, el turista nacional reclama experiencias en Cartagena como la gastronomía, el patrimonio cultural, y sus museos. Somos la ciudad que más museos, centros de interpretación y yacimientos tiene puestos en valor, con 16 dentro de Cartagena Puerto de Culturas. Tenemos varios ejes con los que promocionar la ciudad durante todo el año.

¿Cómo se preparan para los próximos meses?

Las previsiones para Semana Santa son muy buenas. Desde que finalizó la pandemia hemos ido recuperando el turismo a un ritmo bastante alto. En lo que llevamos de 2023 ya hemos alcanzado las cifras de visitantes y turistas de antes de la pandemia. El otoño pasado fue histórico en materia de cruceros, con días de triples y quíntuples escalas, y eso no pasaba anteriormente.

También cuentan con una gran industria tecnológica...

Estamos inmersos en una transformación tecnológica y ahora estamos enfocándonos hacia el hidrógeno verde. Pero sobre todo estamos centrados en la transformación del Puerto. Hay empleo de mucha calidad, tanto en estabilidad laboral como en remuneración. En toda la ciudad se está aplicando tecnología de Inteligencia Artificial, y contamos con la capacidad de poder acometerlo porque se apuesta por la formación tecnológica. En Cartagena hay una gran apuesta por la formación, porque luego se retiene el talento y que queda en casa.

«En Cartagena se apuesta por la formación tecnológica y luego se retiene el talento»

Tiene un reto importante con el Mar Menor. ¿Cuál es la fórmula para su protección?

Pasar a la acción. Ante la inacción del Ministerio, actuamos en la retirada permanente de algas para que no se descompongan y provoquen nuevos episodios de anoxia. La recuperación de la laguna pasa, necesariamente, por rebajar reducir el nivel freático y poner en marcha infraestructuras que cesen los vertidos desde la Rambla del Albujón. Cuando se actúa, el ecosistema reacciona bien. Ahora mismo la situación es buena, estable, pero sin la ayuda de la Comunidad no habríamos podido llegar a este punto. Cuando se invierte en el Mar Menor, el comportamiento es muy agradecido, pero necesitamos menos propaganda y más ejecución de las inversiones, y la implicación de todas las administraciones.

¿Cómo ha sido gobernar la mitad de la legislatura?

Tras la pandemia, la guerra y la crisis de suministros, todo se ha ralentizado más de lo que esperábamos, pero aún así estamos haciendo muchas cosas. Hemos invertido en fondos de movilidad, activado 50 millones en inversiones tanto de Europa como de otras administraciones, impulsado la creación de empleo, dinamizado la oferta deportiva, cultural y social, y modernizando la calidad de los servicios públicos. Estamos iniciando la segunda transformación con la fachada marítima, haciendo que la ciudad mire al mar. Durante muchos años ha estado de espaldas. Ahora, aprovechamos su potencial para situar a Cartagena como capital del Mediterráneo.

¿Cómo es la relación con su vicealcaldesa, Ana Belén Castejón? ¿Volvería a pactar con ella?

Tras el resultado electoral de 2019, adquirimos un acuerdo por el interés general y por la estabilidad por encima de intereses partidistas. Nos hemos esforzado toda la legislatura los tres partidos –aunque a Castejón la echaron del PSOE– en cumplir con el compromiso adquirido para dar estabilidad al municipio. Ahora bien, comenzamos un periodo electoral, y creo que el proyecto con el que me presento puede generar muchísima más confianza y tener el respaldo mayoritario para no necesitar apoyos.

¿Pactaría un gobierno con Vox?

Llegado el caso, si fuera necesario, me lo tendría que plantear todo. Yo quiero ser útil. Forma parte de mi manera de entender la política. Y eso se consigue tomando decisiones a favor de dar estabilidad a mi ciudad. Mi papel es el de no generar problemas, sino resolverlos. Pero insisto que creo que el proyecto con el que voy a concurrir a las elecciones el 28 de mayo puede reunir una mayoría suficiente para gobernar en solitario.

¿Cómo afecta al Puerto la situación judicial de la dirección

Es un tema que está judicializado y yo lo respeto. Lo importante es que se sigue trabajando como hasta ahora, con una inversión de 200 millones para el plan de recuperación, y que se trata del puerto más rentable de España. Ahora bien, cuando se conoció la noticia se tomaron decisiones muy rápidas, y en la Región no a todas las personas involucradas en un procedimiento judicial se les aplica la misma vara de medir. En Cartagena tenemos un condenado por delitos violentos que sigue sentado en la Corporación Municipal, en la oposición, y se presentará a las elecciones. Y tenemos un delegado del Gobierno imputado por prevaricación y malversación, que sigue ejerciendo y que se presentará como candidato. Veo en unos políticos una ejemplaridad que en otros no, y pedimos que por encima de todo se aplique la ética y se predique con el ejemplo.

«Tenemos al candidato del PSOE imputado. Hay que predicar con el ejemplo y la ética»

¿Le gustó el asiático a Feijóo?

Le encantó. Lo probó en Fitur y de nuevo cuando vino a Cartagena. Ha visitado la Región cinco veces en menos de un año, y tenía pendiente la ciudad. De hecho, le dijimos que si le gustaba el asiático, era prácticamente un bautismo cartagenero.

¿Cuál diría que es su mayor logro en estos dos años?

Me siento muy orgullosa de que hayamos podido gestionar y dar respuesta rápida y eficiente a todas las crisis que hemos tenido en la legislatura. Me siento orgullosa de que no nos hayamos distraído durante el camino, porque es fácil caer en el error y entrar en el debate estéril y que pase el tiempo y no haber hecho nada. Destaco sobre todo la eliminación de impuestos, ya que mientras que el Gobierno central aumenta su recaudación, nosotros ayudamos a las familias y empresas. Por tercer año consecutivo en Cartagena no se paga ninguna tasa para abrir un negocio o traspasarlo. Tampoco hemos aplicado la subida del IPC, hemos bajado el IBI a familias numerosas, así como dado exenciones y bonificaciones al sector turístico. Hemos sido ciudad europea del deporte, albergado congresos internacionales, y celebrado un festival internacional para 40.000 personas. Y todo eso en una legislatura en la que he sido alcaldesa los dos últimos años.

¿Cartagena está de moda?

Sí lo está. De hecho, hemos pasado de que la gente diga que la ciudad no tenía vida a que me paren y me digan: «Alcaldesa, qué bonita está la ciudad», «no para de hacer cosas», «hemos ido a este lugar y no pudimos encontrar sitio porque estaba lleno»... Para mi eso es la mayor recompensa, porque es situar a Cartagena donde realmente merece estar. Es una ciudad que, de manera natural, tiene el potencial y las oportunidades, pero había que saber aprovecharlas y tener la capacidad de ponerlas en marcha. Y eso es lo que hemos hecho.