Entrevista

Sara Rubira: "Si el debate se hace con ciencia y sin prejuicios, el trasvase Tajo- Segura seguirá existiendo"

"El cambio climático no puede usarse como excusa para decisiones políticas ideológicas"

La consejera de Agua, Agricultura y Ganadería, Sara Rubira
La consejera de Agua, Agricultura y Ganadería, Sara RubiraLa Razón

Sara Rubira Martínez (Abanilla, 1982). Periodista de formación, es consejera de Agua, Agricultura Ganadería y Pesca desde el año 2023, cuando pasó a formar parte del Gobierno regional. Es una profunda conocedora del sector agrario, ya que fue elegida en 2021 presidenta de la Comunidad de Regantes "El Porvenir" de su pueblo natal, con el apoyo de más de un 80 por ciento de los comuneros. Uno de los frentes más importantes que defiende desde su departamento es la cuestión hídrica: la ‘espada de Damocles’ pende sobre la continuidad del trasvase Tajo-Segura en el horizonte de 2027; una infraestructura vital para la Región de Murcia, después de que el ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) continúe adelante con su hoja de ruta para cerrar el grifo al Levante, algo que desde el Ejecutivo autonómico no dudan en califican como “un hachazo”, que carece de rigor técnico y sí “motivaciones políticas”. Este es el resultado de una conversación con el diario LA RAZÓN.

Consejera, está al frente de una de las áreas con más peso del Gobierno regional. ¿Qué balance hace de su gestión hasta la fecha?

El Gobierno regional está trabajando de manera incansable para que mejore la situación de los agricultores, ganaderos y pescadores de la Región. Le aseguro que se han tomado medidas importantes para que mejore su rentabilidad y, desde el Ejecutivo, estamos apoyando a quienes peor lo están pasando. Por ejemplo, los 7 millones de euros de fondos propios de la Comunidad que van a recibir los agricultores y ganaderos de secano, o los 18,6 millones del Plan de Financiación plurianual, también de fondos propios, que firmó el presidente Fernando López Miras con las Organizaciones Agrarias Profesionales. Estas son sólo dos acciones importantes y vamos a seguir dando pasos adelante y hacemos nuestras reivindicaciones ante el gobierno de España y ante la Unión Europea como, por ejemplo, con la pesca de arrastre que, tras años de restricciones y reducciones de días de faena, esperamos que en 2026 se puedan relajar y tengan más días de trabajo. No nos conformamos con lo que hemos conseguido, porque sabemos que el futuro social y económico de la Región está en juego. Por eso, trabajamos en la simplificación para rebajar la burocracia que soportan estos sectores y miramos de frente y trabajamos en uno de los retos más importantes, el relevo generacional porque, para que esta Región tenga futuro, necesitamos que más jóvenes apuesten por el mundo rural.

El Gobierno de Sánchez y del señor García-Page parecen empeñados en "enterrar" el Trasvase Tajo-Segura. ¿Hay posibilidades de ganar esa batalla?

No vamos a rendirnos nunca. El recorte del Trasvase Tajo-Segura no es una cuestión técnica, es una decisión política, y solo desde la política puede revertirse. Estamos ya en un nuevo ciclo de planificación hidrológica, y ahí es donde debe abrirse de nuevo el debate que esperamos se afronte con rigor técnico, no con sectarismo. No puede ser que se suban los caudales ecológicos solo en aquellos puntos que afectan al Trasvase. Si el debate se hace con ciencia, con datos y sin prejuicios, el Trasvase seguirá existiendo, como lleva haciéndolo 46 años, garantizando progreso y empleo.

Los tribunales han fallado en contra de la Región. ¿Qué recursos quedan? ¿Qué bazas tiene el Ejecutivo autonómico, los regantes y la sociedad para revertir ese recorte?

El Tribunal Supremo podrá haber hecho legal una decisión política, pero eso no la hace justa. La sentencia no entra a valorar el fondo técnico, porque los magistrados reconocen que no les corresponde. Eso significa que el debate técnico sigue abierto y deberá resolverse en el próximo Plan Hidrológico Nacional. La planificación del Tajo no puede hacerse de espaldas a la del Segura, y eso es exactamente lo que ha hecho el Gobierno de Sánchez: ignorar una infraestructura que lleva 46 años funcionando y que da vida a tres millones de personas y a una de las agriculturas más eficientes del mundo.

¿Han anunciado que estudian emprender acciones legales contra la gestión que está haciendo la Confederación Hidrográfica del Tajo?

Sí, los servicios jurídicos de la Comunidad están trabajando junto a los del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura y los de la Comunidad Valenciana. Este pasado viernes con un estudio que detecta graves irregularidades en la gestión de la Confederación Hidrográfica del Tajo y una gran falta de transparencia. Van desde la ausencia de planes de seguimiento de los efectos de los caudales ecológicos, a desperdicios en los envíos que realizan, que suponen la pérdida de 100 hm3 de agua al año. Justo la cantidad que puede dejar de venir al Levante por la política sectaria de Pedro Sánchez. Ya le enviamos el informe en el que se detallaban a la ministra Sara Aagesen y no hemos tenido respuesta. Por eso, ahora estudiamos acciones judiciales y, si fuera preciso, la adopción de medidas cautelares.

¿No es la única petición relacionada con el agua que le han realizado a la ministra?

No. Hace solo unos días le hemos enviado una carta para que solicite una moratoria del cierre de los acuíferos hasta 2033, tal y como permite la Directiva Marco del Agua. Creemos que existen razones técnicas y económicas que impiden cumplir los objetivos en 2027. Esto ya se solicitó y se consiguió una moratoria, pero el problema es que durante todo este tiempo, desde el Gobierno de Pedro Sánchez, no han puesto ninguna solución. Solo plantean recortes, sin opciones reales con las que poder mantener las demandas de los usuarios. Un estudio de la Universidad de Alicante refleja que el cierre de los pozos traería consigo pérdidas económicas de 826 millones de euros anuales y la destrucción de 25.000 puestos de trabajo en la Región de Murcia, además de la pérdida de 28.702 hectáreas agrarias. Y eso, desde el Gobierno regional, no lo vamos a permitir.

El PSOE regional presenta las desaladoras como solución. Sin embargo, por los plazos, parece que no llegan. ¿Cuál es su visión sobre el papel de la desalación?

Desde el Gobierno de Fernando López Miras siempre hemos dicho que la desalación es un complemento, no una alternativa. La Región, junto al resto del Levante, no puede paralizarse por la improvisación en política hídrica del Gobierno de Sánchez. La solución a los recortes del Trasvase y a las limitaciones de las extracciones de aguas subterráneas no pueden ser unas desaladoras, que no se sabe cuando podrán comenzar a fabricar agua. El propio Gobierno de España reconoce que no están en la planificación vigente. Son anuncios improvisados, que tardarán décadas en hacerse realidad.

En un país con más de 100.000 hectómetros cúbicos disponibles cada año, de los cuales solo se asignan unos 30.000, no puedes condenar a una Región como la nuestra a depender de un recurso caro y de menor calidad. Las necesidades de la cuenca son apenas de 300 hectómetros cúbicos al año de agua trasvasada, de los más de 70.000 disponibles en el país. Un agua con la que se garantizan miles de empleos y alimentos para toda Europa. No pedimos privilegios, pedimos justicia y solidaridad.

¿Podría el cambio climático "matar" la Huerta de Europa’? La exministra Ribera es señalada como una "fundamentalista del ecologismo". ¿Pinta mal el panorama?

El cambio climático no puede usarse como excusa para decisiones políticas ideológicas. En la Región de Murcia somos pioneros en adaptación al cambio climático: reutilizamos el 98% del agua depurada, tenemos los regadíos más eficientes de Europa y lideramos la innovación en agricultura sostenible. Esos regadíos son, precisamente, la primera barrera europea al avance de la desertificación, y hay que defenderlos.

Por eso, mientras otros se dedican a prohibir y limitar, nosotros trabajamos en soluciones reales. El futuro pasa por invertir en tecnología, en gestión y en cooperación entre territorios, no en levantar muros hídricos entre comunidades. Ahora trabajamos, incluso, en la incorporación de la Inteligencia Artificial para seguir mejorando los procesos de depuración, o como ayuda para el desarrollo de nuevas variedades. Creo que puede afirmarse que la agricultura del futuro es la que se practica en el presente en la Región y esto debería valorarse y no castigarse.

¿Qué futuro tienen las nuevas generaciones de agricultores, ganaderos y pescadores, si Europa les castiga constantemente con nuevas restricciones?

La Unión Europea tiene que ver a estos sectores como estratégicos. Desde el Gobierno regional trabajamos para que sea así sea y demandamos cambios en sus políticas para que cada vez más jóvenes vean una opción de futuro en ellos. Las nuevas generaciones necesitan seguridad jurídica, estabilidad y apoyo, no más trabas. Desde el Ejecutivo autonómico trabajamos en un plan que verá la luz a finales de este año con el que queremos impulsar el relevo generacional, para que nuestros jóvenes vean el campo como un proyecto de vida digno y rentable. La política agraria europea tiene que cambiar el concepto: apoyar más y castigar menos. Si queremos sostenibilidad, hay que empezar por hacer sostenible la vida del agricultor.

Usted, como abanillera, conoce bien los entresijos de las comunidades de regantes. ¿Cuáles son hoy sus principales necesidades?

El agua lo primero. Los regantes de la Región de Murcia son ejemplo de gestión, innovación y sacrificio. Pero también sufren un exceso de burocracia, costes energéticos altísimos y una incertidumbre constante por la falta de seguridad en los recursos. Necesitan estabilidad, reglas claras y un Estado que reconozca su esfuerzo. Desde la Región estamos ayudando con inversiones en digitalización, eficiencia energética y modernización de regadíos, pero si el Gobierno de Pedro Sánchez no garantiza el agua, toda esa inversión pierde sentido. La Región de Murcia no pide privilegios, pide igualdad de oportunidades.

Usted también es experta en Comunicación. ¿Qué líneas estratégicas está siguiendo su departamento para transmitir tranquilidad a un sector tan amplio y diverso?

La clave es escuchar, explicar y acompañar. Vivimos un momento de mucha tensión en el campo y la gente necesita certezas, no titulares vacíos. Estamos trabajando en una comunicación directa, coordinada, transparente y cercana, que ponga en valor todo lo que hay detrás de cada producto que llega a la mesa: esfuerzo, innovación y sostenibilidad. Nuestro mensaje es claro: la agricultura regional es parte de la solución, no del problema. Queremos que los ciudadanos se sientan orgullosos de este colectivo.

¿Cómo imagina el mundo rural dentro de 50 años en la Región de Murcia? ¿Qué legado le gustaría dejar a las próximas generaciones?

Me gustaría una Región que siga siendo sinónimo de esfuerzo, ingenio y prosperidad. Seguir demostrando que hacemos de la necesidad, virtud. Que nuestros hijos vean en la tierra una oportunidad. Si conseguimos asegurar el agua, mantener el tejido productivo y dignificar la vida en las poblaciones rurales, habremos hecho algo grande. Mi deseo es dejar una Región más justa, más sostenible y más libre. El agua ha sido, es y será nuestra mayor responsabilidad, pero el uso que hacemos también nuestro mayor orgullo.