Hasta la vuelta

Durante una semana faltaré a mi cita con los lectores de LA RAZÓN. He aceptado una oferta irrechazable. La de dirigir en Honrubia de la Cuesta, entre Segovia y Burgos, el Primer Simposio Internacional de Senderismo Sostenible, con participantes inscritos procedentes de 46 naciones diferentes. Prohibidos el teléfono móvil y los ordenadores portátiles. Absoluto aislamiento de la política, la sociedad, la economía, la cultura, las primarias y los deportes. El objetivo fundamental de este Simposio no es otro que demostrar a los jóvenes senderistas de todo el mundo que no es posible cocinar una paella en el monte sin incendiarlo posteriormente. La Organización no ha dudado en ofrecerme la dirección y como es lógico, no he tenido más remedio que hacerme cargo de tan elevada responsabilidad.

La primera etapa consistirá en caminar por las sendas más difíciles que unen a Honrubia de la Cuesta con Villalvilla de Montejo. Interminables pinares y muy probables ataques de jabalíes poco acostumbrados a la presencia humana. El arroz paellero lo degustaremos en la llamada Clara de las Pinazas. El alcohol está permitido y con posterioridad al ágape campero, se organizarán diversas actividades. Canciones acompañadas de guitarra, el juego del escondite, carreras con mochilas y demás competiciones divertidísimas. Si logramos, que está por ver, no incendiar el pinar, alcanzaremos Villalvilla de Montejo después de ocho horas de senderismo sostenible y progresista. De producirse un ataque de jabalí a un senderista imprudente, la organización no se responsabilizará de sus heridas. Las tiendas de campaña para descansar cuando la noche nos alcance serán de diferentes colores. Azules, heterosexuales. Rosas, homosexuales. Azules y rosas a rayas, para bisexuales. Blancas, sanitarios. Verdes, organización. Amarillas, senderistas sostenibles representantes del separatismo catalán. Rojas y blancas con fondo verde, senderistas sostenibles vascos. Arcoiris, tortis y transexuales de final femenino. Los transexuales de final masculino, carmesíes. La gran tienda se destinará al almacenamiento de paellas, enseres, alimentos, extintores caducados, linternas, guitarras, medicinas, y antibióticos específicos contra los ataques de los jabalíes. Las tiendas de campaña grises se reservarán a los enviados especiales de las televisiones, radios y periódicos noruegos.

Las charlas, coloquios y conferencias serán al aire libre, en círculo de campaña. La higiene personal dependerá de los ríos, arroyos y regatos de la zona, muy rica en aguas silvestres. Para el jueves, 5 de julio, está previsto un coloquio con Juan Carlos Monedero de contenido abierto. También se acercarán a Honrubia de la Cuesta Charles de Duviniére, Malcom Frost, Y Yuri Krasminov, el gran senderista ruso que ostenta una marca inigualable. Cuando asaba una cola de foca en los glaciares de Jarkovskóie Seló, provocó un incendio en la estepa que arrasó con doscientas hectáreas de hielo. Un gran senderista sostenible es capaz de cualquier cosa.

No está confirmado, pero se espera con gran ilusión que acepte clausurar el Simposio Su Alteza Real el Príncipe Lucián Kavasbabhili de Georgia, reputado senderista. El pasado año, dos mil hectáreas del bosque de Grosvarnadze, uno de los hayedos más estimados del mundo, se calcinaron después de que Su Alteza organizara en el bello lugar su tradicional barbacoa en memoria del difunto Rey Tomasz XXIX de Georgia del Sur. Y posteriormente a la clausura, se repartirán toda suerte de chuches empaquetadas o en bolsas para dejar el campo como gusta a los senderistas. Hecho una lástima.

Comprenderán mis queridos lectores que no puedo renunciar a semejante honor. Si no soy atacado por un jabalí rencoroso, volveré a llenar mi página el próximo lunes 9 de julio, aproximadamente. Eso, las vacaciones.