Opinión

Imperdonable

La falta de previsión del Gobierno –por llamarlo de alguna manera–, de Sánchez es imperdonable. Cuando se planteó, se produjo y se culminó con éxito la moción de censura contra Rajoy, sabiamente planeada por el PSOE, Podemos, Ciudadanos, los separatistas y con el visto bueno de Soraya, ya se sabía que «The Killers», ese grupo musical extraordinario que tanto emociona a Begoña, había sido contratado para actuar en el FIB, el Festival Internacional de Benicássim. Lo lógico es que un presidente ahorrativo y con demostrado respeto al gasto del dinero público como Sánchez, se hubiera visto agradado con un detalle. La inmediata construcción de un aeropuerto en Benicássim para acceder al festival con mayor rapidez y comodidad. Es cierto que la construcción de un aeropuerto requiere, además de dinero, tiempo e imaginación. El dinero y la imaginación sobraban, pero el tiempo es cruel. La mala noticia en un Consejo de Ministros se recibió como un escopetazo. –Presidente, no tenemos tiempo ni para levantar la torre de control, pero le prometemos que para la próxima edición del FIB de Benicássim habremos terminado las obras del nuevo aeropuerto y nos han garantizado que repetirán actuación «The Killers»–. Sánchez es educado y supo encajar el golpe con deportividad. –A ver cómo le digo a Begoña que no hay aeropuerto en Benicássim–. Fue la portavoz Celáa la que puso el dedo en la llaga.

–Presidente, sabemos la importancia que para Begoña y para ti tiene el conjunto musical «The Killers». Te propongo que para llegar a tiempo a sus primeros trinos, gritos y compases uséis del avión oficial, aunque tengáis que aterrizar en el aeropuerto de Castellón. Desde ahí, bien en helicóptero, bien por carretera con comitiva de coches dotados de sirena, llegaréis a tiempo para disfrutar de tan prestigioso grupo–. Sánchez respiró más que aliviado. –Está bien. Creo que a Begoña no le parecerá mal del todo la solución que me propones. Pero el año próximo, quiero un aeropuerto internacional en Benicássim-. –Eso está hecho–.

En La Moncloa, Begoña regaba las begonias y las petunias del macizo central. Corrió hacia su marido, y se fundieron en uno de esos abrazos que emocionan de veras a quienes tienen la fortuna de contemplarlos. –Bego, no hay aeropuerto en Benicássim, pero sí en Castellón. Prepara tu somero equipaje. Partiremos desde Torrejón y en 40 minutos estaremos en Castellón. De ahí a Benicássim, quince minutos como mucho. «The Killers» nos esperan–. –Gracias, Pedro, presidentazo mío–.

Como siempre, los partidos de la intolerancia, los fascistas, los de la ultraderecha que tanto critica Echenique, nuestro motorizado de gorra que no paga a la Seguridad Social y para colmo se queda con la silla, han reaccionado con muy escaso margen de comprensión. Consideran, tanto el PP como Ciudadanos y Vox, que usar el avión oficial para asistir en Benicássim al concierto de «The Killers» es un insulto, un derroche del dinero público y una extralimitada chulería con las arcas del Estado. Y para colmo, también lo han considerado así los socios del PSOE en el Reino de Valencia, los de Compromís. Me pregunto qué mal puede hacer a la honestidad y la decencia que una joven pareja embarque en el avión oficial para volar hasta Castellón con el fin de asistir a un acto cultural de tanta envergadura. Lo de España no tiene remedio. Otra cosa es lo la posible construcción del aeropuerto de Benicássim para tenerlo a disposición de Pedro y Bego la temporada que viene. Según me han contado arquitectos e ingenieros, el nuevo aeropuerto se ubicará a lo largo del terreno que sirve de auditorio del Festival, de tal modo, que cumplido el aterrizaje y al terminar el rodaje por la pista y apagar los reactores, Pedro y Bego desembarcarán directamente en el camerino de «The Killers», que serán previamente advertidos de la circunstancia para evitar un susto extremo. En todos los países donde gobiernan mandatarios democráticos –Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Nicaragua e Irán–, los presidentes no se ven obligados a aterrizar a cuarenta kilómetros de su destino. Lo hacen en el destino, porque la democracia no se entendería de otra manera. Se ahorra combustible.

Ruego que los partidos de la Oposición y los socios valenciano-catalanes de Compromís, demuestren algo más de tolerancia con los asuntos de Estado y los gastos que conllevan. No siempre actúan «The Killers» en Benicássim. Se me antoja imperdonable esa falta de flexibilidad. ¿Ha sucedido algo grave? Nada de nada. Pedro ha vuelto a gobernar con mano de hierro, y Bego riega canturreando piezas de «The Killers» sus begonias y petunias.

Como en cualquier nación normal. Eso sí, lo de Benicássim sin aeropuerto, imperdonable.