Opinión

Mentira camuflada

Hay mentiras que se camuflan en otras y salen airosas del trance. Una mentira es de fácil captación siempre que no se muevan a su alrededor otras cincuenta burlas y falsedades. En este caso, la mentira principal triunfa sin problemas. La gran mentira de esta semana es la «pérdida de confianza». El nuevo Director General de la Guardia Civil, Félix Azón, ha destituido de su cargo, la Jefatura de la Unidad Central Operativa (La eficaz y temida UCO) al coronel don Manuel Sánchez Corbí, un servidor de España con una trayectoria extraordinaria de riesgos y éxitos memorables. Éxitos compartidos, porque no hay guardia civil que se atribuya la exclusividad de los aciertos. Félix Azón pierde la confianza en el Coronel Corbí, le informa de tan irreparable pérdida al ministro del Interior, Grande-Marlaska, y salta la casualidad. También el ministro ha perdido la confianza en el brillante, honesto y respetado coronel. Marlaska, que anda de concertinas –su jefe acude en avión a conciertos y él se obsesiona con las concertinas que hacen pupa a los invasores–, le comunica su pérdida de confianza al presidente del Desgobierno, Peter Sánchez, y también Peter coincide en la pérdida de la confianza. En vista de ello, ponen a uno de los más brillantes investigadores y jefes de la Guardia Civil en «destino pasillo». ¿Cuál es la gran mentira? Ninguna de las citadas anteriormente. La gran mentira es ocultar que el Coronel Corbí ha sido destituido porque así se lo ha ordenado a Sánchez el Partido Nacionalista Vasco. Lo curioso del caso, es que el partido político que más ha padecido la independencia y la eficacia de la UCO ha sido el Partido Popular, lo que demuestra lo tontos que son algunos.

Don Manuel Sánchez Corbí – el único protagonista de este texto que merece un tratamiento de respeto–, entregó a España 25 años de su vida en la trinchera más avanzada de la lucha contra el terrorismo etarra. Fue él con sus íntimos colaboradores el que señaló la ubicación del zulo de tortura de José Antonio Ortega Lara. Después, con toda la información del Coronel, un juez prevaricador comunista quiso pasar por el héroe de la película. Francia supo reconocer la gran labor del Coronel y lo condecoró mientras algunos Jueces para la Democracia en España intentaron manchar su nombre con falsas torturas a los pobres, llorosos y estercolados terroristas apresados por la Guardia Civil. Al Coronel Corbí y su equipo de investigación se debe el paciente y excepcional seguimiento de la desaparición de Diana Quer, y la rápida detención de la asquerosa asesina del pequeño Gabriel, tan querida por el actual Director del Instituto Cervantes, el bolchevique poeta, el juntaversos García Montero de Grandes, el sonriente y sonreído farsante. Pero la gran labor del Coronel Sánchez Corbí se ha desarrollado, con plena independencia al frente de la UCO. -¿Qué coño es la UCO-, preguntó el delincuente Jordi Pujol cuando él y su familia fueron descubiertos. Los casos «Púnica» y «Lezo», que tanto han avergonzado, humillado y pesado en el PP son consecuencia del trabajo de la UCO al mando del Coronel Corbí. Y el caso de los «ERE», del PSOE en Andalucía, el robo más cuantioso de los que nos ha deparado la política de todos los que se han producido y que nada ha avergonzado, ni humillado, ni pesado en el socialismo, fue consecuencia del trabajo de la UCO al mando del Coronel Sánchez Corbí. Si el PNV considera fundamental la destitución del brillante coronel, por algo será. Y nada bueno.

Por mi parte, he decidido mantener mi plena confianza en el coronel de la Guardia Civil don Manuel Sánchez Corbí, ejemplar servidor de la decencia del Estado, combatiente contra el terrorismo y responsable de la investigación callada y eficaz de la Benemérita. Un español rotundo. Y asimismo, manifiesto que he perdido toda la confianza en Azón, Marlaska, Peter y el traidor de turno del partido vasco del fruto sangrado y la sotana. Abrazo y reconozco mi gratitud y admiración al coronel destituido, y a los mentirosos perdedores de confianzas, pues que quieren que les diga. Por mí, que les den, que alguno de ellos me lo agradecerá.