Opinión
Ni la letra
El padre Echeverría, de la parroquia donostiarra del Antiguo, en la calle Matía, cantaba como un barítono de tronío. Y cuando dirigía a los fieles, les adelantaba en las pausas la letra para que la siguieran y entonaran al completo. Era muy divertido y no perdía ripio. Inesperadamente detenía al organista y la tomaba con un feligrés. «Ese joven, no tan joven, que está apoyado en la columna a la altura del confesionario del padre Iraizoz, que viste niqui azul y vaqueros, mueve la boca pero no canta». Con tanto detalle puesto a disposición de la feligresía asistente a la Misa cantada,el devoto del niqui azul con vaqueros, desaparecía abochornado, abandonaba el templo y se entregaba a la bebida.
El padre Echeverría no perdonaba un fallo. Y las misas dominicales de las 10 de la mañana, con el coro del barrio, resultaban emotivas y profundas. «Gure Aitá»... y el «Agur Jesusen Ama» especialmente enroncados en la sensibilidad de los fieles. La música popular y religiosa de los vascos es un prodigio de arte, cadencia y buen gusto. Hoy, 14 de agosto, se cantará en Santa María del Coro, la gran iglesia-Goleta de la Parte Vieja, calle Mayor Arriba, la excepcional Salve que la Reina María Cristina encargó al italiano Réfice y que se interpreta por el Orfeón Donostiarra desde 1939. Los etarras y sus círculos inmediatos odian la tradición de La Salve por ser consecuencia del deseo de la Reina Regente, la Reina austriaca que más hizo por San Sebastián y más amó a los donostiarras.
Por si alguien de Podemos lee este artículo lo sacaré de dudas. La Reina María Cristina fue la segunda mujer de Alfonso XII, madre de Alfonso XIII, abuela de Don Juan, Conde de Barcelona, bisabuela de Juan Carlos I y tatarabuela de Felipe VI. ¿Orientado?
La música revolucionaria comunista tiene dos joyas armónicas. Se trata de dos marchas militares. La primera «La Varsoviana» va creciendo a medida que se suceden sus tres estrofas y el estribillo, y la segunda «La Internacional», marcha poderosa, le sucede lo mismo que al «Adaggio» de Albinoni, que se reproduce tanto que estamos de Albinoni hasta los cataplines. Sus más logradas interpretaciones no se discuten. Las dos, de los Coros del Ejército Rojo bajo la dirección del general Boris Alexandrov, su fundador.
«La Internacional» cuenta con dos traducciones al español. «Arriba los pobres del mundo/ en pie famélica legión». Esa es la original, la que cantaba emocionado Carrillo mientras elegía los nombres de los condenados para la siguiente madrugada asesina en Paracuellos. La Pasionaria la cantaba muy bien, porque tenía, además de buena voz, preceptiva musical aprendida en su infancia vasca. De lo que no hay duda es que, en aquellos tiempos, los rojos se sabían las letras de sus himnos, lo que no sucede ahora.
He tenido el honor y placer de ver a un numeroso grupo de socialistas, entre los que se hallan la Directora del «Africa Center» y su marido, el empleado de Soros Pedro Sánchez, cantando la Internacional. No dan una. Mueven las bocas intentando coincidir con el texto, pero lo ignoran absolutamente la casi totalidad de los entusiastas cantantes, entre ellos, la joven y sabia Directora del «Africa Center» y el ordenanza particular de Soros, Pedro Sánchez. Esta pareja se sabrá de memoria las canciones de The Killers, pero de la Internacional ignoran hasta de qué va, que no va para nada bueno, por otra parte. Simultáneamente, y en otro acto, la ministra de Trabajo Magdalena Valerio, que acudió al evento disfrazada de ministra despeinada del Trabajo, entonó a la antigua usanza, puño en alto, camisa roja y pantalones arrugados, La Internacional junto al sindicalista de UGT Pepe Álvarez. El compañero Álvarez tuvo, al menos, la decencia de no simular. No se sabe la letra de la Internacional. Pero la ministra sí abrió la boca, y recordó que una de los tramos finaliza con «lucha final», quedando de maravilla. Para mí, que el IE haría bien en crear un ciclo de conferencias también dirigido por la Directora del «Africa Center» orientado a que los alumnos obtengan el título de «Diplomados en el Másters de Himnos del Proletariado». Porque no los saben. Algunos ni mueven la boca. La bronca del buen padre Echeverría habría sido de órdago. Por la ignorancia y por la gracia que haría en la actualidad lo de la famélica legión. Empezando por los de la Navata. En fin, esta noche se canta en Santa María del Coro la Salve de Réfice por el Orfeón Donostiarra. Los que tengan la oportunidad de ir, no lo duden.
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