Opinión

Dolor y pena

De nuevo nuestra sociedad ha sufrido el zarpazo de un abominable monstruo que ha confesado un brutal acto que le ha costado la vida a Laura Luelmo y, como siempre que se produce un hecho de esta naturaleza, se abre el debate sobre la prisión permanente revisable, debate en el que deberíamos evitar al máximo cualquier ejercicio de demagogia. Lo primero que tenemos que plantearnos es si el exceso de información pública en relación con las concretas circunstancias de la acción criminal es lo más recomendable y respetuoso con el dolor que su familia está atravesando en estos momentos, pero parece inevitable. La ola de indignación que ha generado el hecho explica el ansia social por la información. En cualquier caso, un poco más de prudencia y tratamiento responsable de la información sería recomendable.

El debate sobre la pena en cuestión está pendiente de la decisión del Tribunal Constitucional sobre su acomodo a la Constitución. Yo la creo plenamente constitucional, pero será el alto Tribunal el que decida al respecto. Mas y sin ánimo demagógico alguno, sí que se puede asegurar sin género alguno de dudas que, si esta pena hubiera estado en vigor en el año 2000, una persona que hubiera asesinado a una anciana, y por tanto una víctima especialmente vulnerable, en el año 2018 seguiría en prisión, y si hubiera estado en vigor antes, terroristas autores de múltiples asesinatos seguiría en prisión, y nos hubiera evitado el varapalo del Tribunal de Estrasburgo por la conocida doctrina Parot. Esto ya no se puede cambiar, pero lo que podemos es asegurar que en el futuro situaciones de este tipo no se vuelvan a repetir, y para ello, sería una muy buena noticia la existencia de un consenso político sobre una pena de esta naturaleza que de alguna manera traslade al ámbito político el ya existente entre la ciudadanía, y si el Tribunal Constitucional la santifica, no se vuelva a debatir más sobre ello. Como decía Beccaria, la finalidad del castigo es asegurarse de que el culpable no reincidirá en el delito, y esto requiere reeducación, pero también retribución. Hoy es Noche Buena y habrá una familia en Zamora que está sufriendo y mucho, tengamos todos un recuerdo para esta familia y hagamos entre todos las cosas mejor.