Opinión

Fe y razón

El prestigioso think tank estadounidense Pew Research Center ha elaborado un estudio sobre cuántos seguidores tendrá cada religión en el futuro, y partiendo de que se prevé que en 2050 haya una población de 9.300 millones, a mitad de siglo habrá 2.920 millones de cristianos (un 31,4% de la población), frente a los 2.170 millones que se contaban en el 2010, que también suponían un 31,4%.

Actualmente 1.600 millones de personas son musulmanes, que según la proyección del think tank será de 2.760 millones en el 2050 (un 29 % frente al actual 15% actual); por el contrario, el número de agnósticos y ateos que hay en el planeta subirá de 1.113 millones a 1.230 millones, pero en porcentaje en el global perderá peso, los hindús crecerán de 1.030 millones a 1.380 millones de personas y los budistas se mantendrán en los números actuales, 490 millones de fieles.

De este estudio se desprende que la única religión que asciende tanto en número como en porcentaje es la musulmana. Los que somos monoteístas creemos en un solo Dios, el único, pero no cabe duda de que la visión de Dios no es la misma para todos y ha evolucionado a lo largo del tiempo. Para los cristianos, fe y razón han alcanzado un equilibrio que permite al hombre ser creyente, y a la vez, comprender dentro de su fe los avances de las ciencias, de tal modo que no estamos ante un totalitarismo teocrático, sino ante un mundo en el que el hombre es dueño de sus decisiones, donde nuestra visión de Dios no solo no es incompatible con la libertad y la democracia, sino todo lo contrario. Creemos en un Dios que nos permite una amplísimo espacio a la elección personal, al raciocinio y al razonamiento, pero no siempre fue así. Se ha producido una gran evolución desde las guerras de religión del siglo XVI. La religión cristiana se profesa con absoluto respeto a la coyuntura política, y por ello, están fuera de lugar ciertas actitudes anticlericales que proliferan hoy en día. Lo deseable y necesario para el futuro es que este equilibrio entre la fe y la razón alcance a todos los credos monoteístas y podamos vivir en paz en un mundo donde la democracia también alcance a todas las personas.