Opinión

Pueblo, no partidos

Hoy serán los españoles, el pueblo llano y soberano, los que se reunirán en más de un millón de voces en la plaza de Colón de Madrid, la misma de los tres millones de manos blancas en homenaje a Miguel Ángel Blanco días después de su terrible asesinato. Hoy, domingo, se puede superar la cifra de los españoles, pueblo llano y soberano, que se reúnen en torno a Cristóbal Colón y Blas de Lezo para exigir elecciones inmediatas y la ruptura del Gobiernucho de Sánchez con los separatistas catalanes y los herederos de la ETA. Hoy serán los españoles, decenas de miles de ellos llegados desde todos los puntos de España –los aviones y el AVE procedentes de Barcelona están completos–, para urgir el fin de la pesadilla que estamos viviendo en una España y su Estado de Derecho que transcurren humillados, zarandeados, afligidos y acuclillados por la culpa de los traidores. Hoy, así lo espero, los partidos políticos que han apoyado esta manifestación perderán su protagonismo en beneficio del pueblo, ese pueblo que los de Podemos llaman «la gente», tan abandonada por sus principales dirigentes. Hoy, domingo 10 de febrero, el padre-madre con tres meses de baja, no acudirá a la manifestación. Y hoy, formando parte de la multitud, decenas de miles de votantes socialistas se reencontrarán con España, con una España de derechas, de centro o de izquierdas, pero ante todo y sobre todo, España.

Mañana, lunes, nos divertiremos con las cifras ofrecidas por los diferentes intereses políticos. Lo más cercano a la realidad, el millón o millón y medio de manifestantes. La Policía Municipal de Carmena rebajará la cantidad dividiéndola por diez. El Gobierno hablará de «algunos miles de manifestantes», y en los medios entregados a las inyecciones de dinero público se referirán a «unos pocos miles de fascistas». Pero tanto miedo siente Sánchez por esos pocos manifestantes, que se ha visto obligado a poner de nuevo a Carmen Calvo en ridículo. Lo que dijo anteayer, hoy ya no sirve. Se retrasa la llegada del relator, y no hay que olvidar que parte de la buena culpa de esta nueva rectificación de la gamberrada traidora del PSOE, la tienen Felipe González, Alfonso Guerra y más de un dirigente socialista que al fin, han decidido no resignar la nuca ante el dictadorzuelo de los aviones. La señora de Sánchez, doña Begoña, no podrá asistir por problemas de trabajo. El IE le ha encargado un informe sobre la posibilidad de supervivencia de los pingüinos en Somalia, y ella siempre cumple. Volverá a Madrid el lunes, después de ser informada de que jamás han visto un pingüino en Somalia. El informe pues, será escueto y breve, pero ella no tiene la culpa. «Madrid, 11 de febrero de 2019. Distinguido señor Güemes y querido amigo. De vuelta de Somalia, lamento comunicarle que no he visto pingüino alguno. He retrasado unas horas el envío de este informe para no enviarlo sin las correcciones ortográficas de Irene Lozano. Mañana les pasaré la relación de gastos. Un besazo. Bego».

Respetemos, pues, el trabajo agotador de doña Bego y centrémonos en la multitud que se reunirá hoy en torno a España y por España por culpa de los traidores, entre los que destacan muchos allegados y parientes de la relatora de pingüinos somalíes. Fuentes no oficiales de Podemos, pero fuentes al fin y al cabo, anuncian que no asistirá a la convocatoria popular de la gente indignada ningún dirigente de la herrumbosa coalición. El único que pensaba asistir, Pablo Echenique, no podrá hacerlo por una seria avería en los neumáticos de la silla que le ha regalado la Seguridad Social de nuestros amores y de sus estafas. Otra vez será. En Madrid o en Buenos Aires, preferentemente lo segundo.

Hoy, Madrid será un clamor de pueblo, un bellísimo paisaje de gentes y banderas de España. Se manifestarán, con un altísimo porcentaje de jóvenes, españoles de todas las edades y condiciones, de derechas e izquierdas, para exigir el cumplimiento de la promesa básica del penetra monclovino. Elecciones Generales y ruptura con los separatistas, los herederos de la ETA y los antiespañoles de Podemos. Es posible que la muchedumbre, que la reunión por la libertad y el futuro de una España fuerte, democrática, orgullosa y unida, ayude a recapacitar al títere de la anti-España.

Al que dejaríamos vivir en La Moncloa, con derecho a un avión gratis al mes, con la condición de que no gobierne.

¡Viva España! Y claro, ¡Viva el Rey y la Constitución de nuestra libertad!