Opinión
Detalles de última hora de la puesta de largo de Victoria Federica
Victoria Federica de Todos los Santos Marichalar Borbón celebrará su puesta de largo el jueves 20 de junio en la finca La Escorzonera, a un tiro de piedra del palacio de la Zarzuela, donde está El Chaparral, del que fuera el primer Jefe de la Casa Real de su abuelo el rey Juan Carlos.
Victoria podía haber elegido la Casa de los San Clemente o la finca soriana de Garay de los Marichalar, pero desplazar a los invitados a Soria un jueves por la tarde habría sido muy engorroso. Y la Escorzonera, por muchos motivos, es un lugar muy cercano a su abuelo, el rey Emérito.
Fue la casa familiar del marqués de Mondejar, Nicolás Cotoner, primer jefe de la Casa Real española desde que la instaurara Franco. Don Juan Carlos siempre consideró al marqués de Mondejar como un segundo padre, así que el lugar elegido no es baladí.
Está en Madrid pero alejada del centro urbano. La finca es como un bosque con un larguísimo camino de cabras (cuidadito a los que vayan con deportivos de chasis bajo porque se quedan en la cuneta) y solo cuenta con un acceso vallado con guarda, es decir, reúne todas las medidas de seguridad para que la Familia Real y los familiares de los reyes se encuentren protegidos.
Victoria cumplió la mayoría de edad en septiembre, mala fecha para celebrar una puesta de largo. Además, la situación del país -hay que recordar que es la quinta en la línea de sucesión al trono- no era la más apropiada para celebrar una puesta de largo regia. Mucho más cuando se trata de reunir a la familia (y eso incluye a los Urdangarin-Borbón), sin olvidar, por supuesto, que es fundamentalmente una fiesta para gente joven.
Así que en este cónclave familiar los Marichalar, los Borbón, los Sáenz de Tejada, los Urdangarin, los Gomez Acebo o los Grecia, si quisieran acudir, podrán reunirse como hacía mucho tiempo que no recordaban. Es tal el acontecimiento que los padres de la debutante, la infanta Elena y Jaime de Marichalar, han participado activamente en la preparación.
Pero la que más se ha desplazado y opinado, como no podía ser de otra forma y más porque tiene las ideas muy claras sobre lo que quiere y un buen criterio, ha sido Victoria Federica. Su puesta de largo es el momento de devolver las atenciones que sus amigos y los amigos de su hermano, Froilán, han tenido y tienen con ella.
Serán aproximadamente 250 invitados. No es un número excesivo, pero sí una lista muy pensada. Y aunque se ha preparado con tiempo, a 24 horas de que comiencen a llegar los invitados, es duda si se servirá algún plato sentado, tipo roast beef, o si se seguirá con el plan inicial de un copioso y largo cóctel para empapar bien todo lo que se beba en la barra libre. Sea como sea, dada la calidad de Ciboulette, el cátering, los invitados quedarán satisfechos y disfrutaran con la tarta árabe de hojaldre, que es un espectáculo gastronómico.
La antigua vivienda del marqués de Mondejar está decorada con gusto y tiene una decoración más moderna que La Zarzuela. Tanto es así que hasta en el cuarto de baño hay trofeos de caza de los Cotoner, en concreto una cornamenta de cabra estupenda. Cualquier rincón, el de la chimenea, el de la biblioteca, la butaca de lectura custodiada por el retrato de un antepasado, todo contribuye a crear una atmósfera alejada de un lugar impersonal y alquilado para una celebración tan entrañable.
Los trajes de las asistentes, que suelen ser motivo de entretenimiento y debate en estos eventos, tendrán que verse en las redes sociales, porque los fotógrafos tendrán que contentarse con hacer fotos de los coches cuando entren al recinto. Una finca donde, además, no habrá problemas de ruido, pues los únicos vecinos son jabalíes y cotorras verdes que pueblan las hectáreas del monte que la rodea.
Victoria Federica debuta nueve meses después de su mayoría de edad, pero ahora con el curso aprobado y sin haber vivido el estrés de la selectividad, pues iniciará su vida universitaria cursando ADE, Administración y Dirección de Empresas, en el mismo centro privado norteamericano donde estudia su hermano Froilán.
Los valses y la música de Mecano pinchada en un tocadiscos, el traje largo rematado por un volante con escote palabra de honor en seda azul con fajín y lazo verde y los pretendientes llenando el cuaderno de baile de la debutante en edad casadera, son imágenes que quedarán para el recuerdo de la puesta de largo de la infanta Elena, en el palacio de La Zarzuela el 19 de marzo de 1981. Son 38 años de diferencia. Los tiempos cambian y las niñas ya no quieren ser princesas, visten ropa descosida low cost, se alquilan los palacios y las debutantes bailan reggaeton.
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