Racismo
Lo que el buenismo se llevó
La nueva sociedad en que vivimos se ha puesto las gafas del puritanismo más recalcitrante y castrador, donde los gobernantes pretenden adoctrinarnos y nosotros lo consentimos
Me divierten las pretensiones desesperadas de Disney “actualizando” sus clásicos y adaptándolos a la nueva “moral” (borrando las escenas de Dumbo borracho, por ejemplo). No creo que existan películas tan clasistas ni machistas como La cenicienta, Blancanieves o La bella durmiente… joven apocada, obtusa (y pobre) frente a un tipo inteligente y poderoso que la rescata cautivado por su belleza estrictamente física, la recreación multicolor del paternalismo clásico y, sin embargo, ¿cuánto nos gustaban y cuánto nos aburre Disney ahora que es igualitario, inclusivo y feminista, eh? (aunque sea más sano y justo) ¿Han visto Mulán?
Pero a mí ya me van a tener que tirar al cubo de la basura y dejarme dentro porque Lo que el viento se llevó, ese crimen ideológico, esa arma de destrucción masiva, es mi película favorita. Miren, veo más épica y más punch en “Lo que el viento se llevó” que en todo lo que se ha hecho en el siglo XXI junto.
Jose Luis Garci: “Lo que el viento se llevó es tu película favorita y la de todo el siglo XX. Pero esta pandemia ha marcado claramente el cambio de milenio, un cambio a un mundo nuevo, con nuevos valores y nuevas virtudes… supongo”.
Efectivamente, la nueva sociedad en que vivimos se ha puesto las gafas del puritanismo más recalcitrante y castrador, donde los gobernantes pretenden adoctrinarnos y nosotros lo consentimos…
Jose Luis Garci: “ya falta poco para que prohíban Las señoritas de Avignon porque Picasso puso ahí a unas prostitutas desnudas y eso, por lo visto, es intolerable…No pasa nada, simplemente que hemos cambiado a una etapa totalmente distinta de la historia, donde las preocupaciones y exigencias son otras, y donde tenemos un problema grave de ignorancia. Lo que el viento se llevó, la novela de Mitchell, fue premio Pulitzer. El triunfo de la voluntad también la prohibirán, claro”.
Y Lolita… esto va a ser un no parar (pienso que también la canción y el bote de Colacao)
Jose Luis Garci: “Pronto harán los mismo que en Fahrenheit de Ray Bradbury pero con películas”. [Fahrenheit 451 se publicó en 1955 y es una distopía futurista. El título hace referencia a la temperatura a la que arde el papel, porque una de las obsesiones de los líderes que gobiernan el mundo es quemar libros para controlar a la población]. “Mira lo que le ha pasado a Churchill, que luchó contra el nazismo, y a Lincoln, que precisamente abolió la esclavitud, tachados de racistas, ahora”.
Esta sociedad, como diría Churchill, “Tiene todas las virtudes que no me gustan y ninguno de los vicios que admiro”. Parece que vamos a revisar todas las obras de la historia que no ofrezcan contenidos a la medida de lo políticamente correcto… como Lo que el viento se llevó. ¿Qué tiene esta película que hace que algunos la hayamos visto más de diez veces y que la pontifiquemos como obra de Arte inmortal?
_ Jose Luis Garci: “Todo en esta película, tanto a nivel técnico como artístico, es magistral.El uso del color, desconocido hasta ese momento, tiene una importancia capital porque fue una de las primeras películas en color de la historia, con Technicolor.Y bueno, los decorados… el vestuario de Plunkett…”
[Para este exhaustivo y monumental trabajo, Walter Plunkett creó más de 5.000 piezas para cincuenta personajes y un centenar de extras, que lucieron indumentarias tan impecables como las de Escarlata. Para ella pintó y cosió 35 conjuntos con sus respectivos aditamentos: sombreros, chales, guantes, sombrillas, enaguas, corsés y miriñaques... ]
Jose Luis Garci: “Y la gigantesca producción de Selznick con cuatro o cinco directores para acabarla… George Cukor entre otros, losplanos generales y la puesta en escena, el manejo de multitudes y extras que aún hoy sorprende. La fotografía… la sublime música de Max Steiner…”
En Lo que el viento se llevó cada uno de las escenas se ha convertido en un mito.
Jose Luis Garci: “Y ese contraste de lo general, con lo más íntimo, de lo más grande con lo más pequeño, la guerra que se acaba, la esclavitud que se acaba, el amor que también se acaba… todo ello a un ritmo que te devora desde el primer instante, con una energía asombrosa, indiscutible; y el guión, en el que participó lo mejor de la época, incluso Scott Fitzgerald, y la integración de la historia americana con la historia de cada personaje perfectamente desarrollado...
Y Escarlata, que es piedra angular en la historia de cualquier mujer. Vanidosa, manipuladora sí, pero también valiente, decidida, emprendedora, auténtica… en Escarlata está la viuda alegre, la madre amorosa, la femme fatale, la niña de papá, la ambiciosa mujer de negocios, la trabajadora incansable, un invencible cabeza de familia, un símbolo de fortaleza y resistencia, icono feminista y de modernidad… A saber lo que dirán las feministas 3.0. Pero, ¿se debe censurar el Arte del pasado porque no se ajusta a lo que somos hoy?
Jose Luis Garci: “Escarlata es la protagonista femenina más importante de todos los tiempos yuno de los mejores personajes de la historia del cine. Como Rhett, que además subraya en varias ocasiones que el modelo esclavista debe acabar y por eso acaba: _Escarlata, esta noche desaparece el sur; _Nosotros solo tenemos algodón, esclavos y arrogancia_ dice al compararse con los enemigos nordistas.”
Oh Rhett, queridos lectores, uno de mis apellidos es Butler, ¿saben? Me pregunto si alguna de mis antepasadas más avezadas se beneficiaría de la excitante compañía de Rhett, una vez que abandonó a Escarlata… (por cierto, y mi perro se llama Butler).
La sonrisa irónica y varonil del Capitán Butler, su socarronería impecable, su porte espectacular, su impermeabilidad a los prejuicios sociales… Una fantasía femenina y una leyenda masculina, seguro de sí mismo, inteligente, noble… y su evolución increíble en la película, a la vez llena de verosimilitud. Oh Rhett, Rhett, ese hombre que definitivamente se llevó el viento.
¡Francamente, tía, me importa un bledo!_ respondería Irene Montero.
Para las mujeres del s XXI el llamado “macho alfa” es tan políticamente incorrecto como la sociedad esclavista (tendrán razón) pero… ¡Oh Rhett!.
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