Opinión
Lo que el viento se llevó
El movimiento norteamericano Black Lives Matter es un movimiento internacional originado dentro de la comunidad afro estadounidense en 2013, después de la absolución de George Zimmerman por la muerte del adolescente afroamericano Travo Martin a causa de un disparo. Este movimiento ha conseguido que la película «Lo que el viento se llevó» haya sido temporalmente retirada por HBO Max de su plataforma, también como respuesta a un texto firmado por John Ridley, guionista de «12 años de esclavitud», en el que pedía su retirada. HBO Max ha anunciado que la película regresará con una exposición de su contexto histórico y una denuncia de esas representaciones. Eso sí, lo hará como fue creada originalmente. Ante hechos de esta naturaleza la cuestión es preguntarse si los mismos contribuyen en algo a fomentar la lucha contra el racismo, y en concreto el que todavía sufre parte de la población afroamericana en Estados Unidos y en otros países. La película estaba considerada como una de las mejores de la historia, y no es racista por sí misma, sino porque está ambientada en una época histórica de una sociedad profundamente racista, la previa a la guerra civil norteamericana en los estados del sur; y además, porque la esencia de la película es una trama romántica entre sus protagonistas blancos, y representa a los esclavos negros en un estado de situación natural de los hechos, tal cual fueran empleados del hogar libres y felices. La relación con sus amos es plácida, mostrándose más preocupados de los problemas de sus señores que de su condición de esclavos. La pregunta es si realmente su nueva exposición requiere de una explicación para que una población adulta sea consciente de esta visión edulcorada y desvirtuada en la que se plantea la esclavitud, y si realmente es necesario explicar en el año 2020 lo que es la esclavitud. La película no comporta discurso de odio alguno o justificación de la esclavitud, es lo que es, una película de 1939. Posturas tan extremas en mi opinión no contribuyen a hacer lo que hay que hacer, extremar la prevención y represión de actitudes racistas del siglo XXI. Como decía C.S. Lewis «no puedes volver atrás para cambiar el principio, pero puedes comenzar donde estás y cambiar el final», y este es el camino.
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