Opinión

Calviño perora, pero

Nadia Calviño es diestra en el arte de hablar sin decir nada claramente, pero sin quedar mal. En una entrevista en «La Vanguardia» le preguntaron qué pasará con la reforma laboral. Esta fue su genial respuesta: «La prioridad para todos ha de ser apoyar la recuperación económica y la creación de empleo». Los años de burócrata europea han dado sus frutos.

Calviño, pues, perora, pero ya no es una funcionaria sino una política, consciente de que el Gobierno de Warren Sánchez va a crujir a las trabajadoras con más impuestos, y que es imprescindible engañarlas para minimizar el coste político del sablazo fiscal. El propio Warren encabeza la campaña: dijo ayer que no subirá los impuestos ahora, es decir, que los subirá, seguro.

Se lo preguntaron a Calviño y soltó una parrafada impecable en su construcción y su retórica: se debe «reforzar nuestro sistema recaudatorio» con «nuevas figuras impositivas alineadas con la agenda verde…adaptar el sistema tributario a la nueva realidad del siglo XXI, por ejemplo, recogiendo la realidad de las grandes multinacionales…un sistema más progresivo». Y mucho más, todo en una sola respuesta que transmite la idea de que, en fin, aquí pagarán más las multinacionales, los ricos y los plásticos. Pero no usted, señora. ¿Entiende?

Los de «La Vanguardia» tampoco entendieron, y volvieron a preguntar directamente: «¿Aumentará la presión fiscal?». Y doña Nadia les perpetró otra respuesta oceánica, que empieza así: «En este momento la prioridad es seguir estimulando y manteniendo la reactivación de la economía y la creación de empleo». Una maravilla. Eso sí, en línea con Warren, añadió: «a medio plazo», cuando crezcamos, «deberemos retomar la senda de la consolidación fiscal… Las medidas que hemos adoptado desde marzo para ayudar a las familias, a los colectivos más vulnerables, a los autónomos y a las empresas tienen un importante impacto presupuestario y de deuda pública…asegurar la sostenibilidad financiera y mejorar sus oportunidades vitales y profesionales, apostando por la transición ecológica y digital».

Como debe ser. La vicepresidenta perora, pero sin mirar a la cara a las trabajadoras y sin decirles nunca: sí, efectivamente, vamos a por vosotras.