Opinión
¿Reactivación truncada?
Los datos de paro registrado y de afiliación a la Seguridad Social correspondientes al mes de agosto no han sido positivos porque confirman que la reactivación económica se estaría truncando mucho antes de haberse completado. Y es que, a lo largo de este último mes, el número de afiliados a la Seguridad Social apenas se incrementó en 6.822 personas, mientras que la cifra de parados creció en casi 30.000.Recordemos que en agosto de 2019 había más de 19,3 millones de afiliados a la Seguridad Social, los cuales cayeron hasta 18,4 millones en abril de este año. La crisis del coronavirus y el estado de alarma, pues, fueron responsables de la destrucción de unos 900.000 empleos –la afiliación en febrero de 2020 se seguía ubicando muy cerca de los 19,3 millones– y eso sin contar con los tres millones de personas cuya relación laboral se hallaba suspendida por el ERTE –y que seguían cotizando a la Seguridad Social–.La imagen que se nos transmitía desde el lado del paro registrado era parecida: en agosto de 2019 había 3,06 millones de parados –y 3,25 millones en febrero de 2020– frente a los más de 3,8 millones en el mes de abril. Esto es, la pandemia disparó el número de parados en al menos medio millón. Desde el mes de abril, sin embargo, la reactivación económica permitió una intensa creación de empleo: entre abril y julio, la cifra de afiliados aumentó en unas 330.000 personas y, a su vez, dos millones de trabajadores abandonaron los ERTE. A su vez, los parados cayeron en casi 60.000 personas.En agosto, en cambio, con la reavivación de la pandemia, las tornas han cambiado de manera muy significativa: los afiliados apenas suben y los parados se incrementan. De hecho, la segunda quincena de agosto ha sido especialmente negativa. En los primeros quince días, los afiliados a la Seguridad Social aumentaron en más de 200.000, pero a partir de entonces la nueva contratación se mantuvo plana hasta que terminó el mes, momento en el que cayó en otras 200.000 personas.Asimismo, y de acuerdo con la información proporcionada por el ministro Escrivá, durante la primera parte de agosto, el ritmo de personas que salían de los ERTE ascendía a más de 30.000 al día, pero durante la segunda quincena apenas han superado las 9.000. En definitiva, parece que el estallido de la segunda ola ya está afectando a la marcha de la economía.Aunque el mes de julio y la primera mitad de agosto se mantuvo una buena dinámica de reactivación, la segunda mitad de agosto –y previsiblemente septiembre– está siendo bastante mediocre. Es la consecuencia inevitable de no haber controlado la pandemia.
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