Partido Popular

El «presidente de Microsoft» del PP

En vez de buscar al filtrador, lo que tiene que hacer Casado es liderar, no dejar que le lideren, con sus aciertos y con sus errores.

Vox aprieta en el cuello de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para tomar impulso en esta recta final hacia las elecciones catalanas del próximo domingo. No hay acuerdo presupuestario ni lo habrá hasta que se aclare el panorama catalán porque, a fin de cuentas, en la nueva política, como en la vieja política, todo se entiende mejor con la calculadora de sumar votos en la mano. Y eso que los de Vox podrían estar hasta dispuestos a renunciar a la exigencia de un recorte de consejeros para que se quede en un ajuste administrativo, más manejable para la coalición PP-Cs.

Pero que no haya Presupuestos en Madrid no es lo que más preocupa al PP en esta semana en la que el ex tesorero Luis Bárcenas vuelve a la primera página mediática por el juicio por la financiación irregular del partido. En Génova han llamado estos días a algunas baronías para fiscalizar quién habla con el mensajero. Cuando lo más probable es que el problema no esté en los interlocutores del mensajero, sino en la mala gestión que provoca el desahogo de dichos interlocutores.

La operación «caza de brujas» está condenada al fracaso porque no hay Judas para los «diez negritos» externos a Génova. Y si los «diez negritos» coinciden en señalar al que algunos llaman el «presidente de Microsoft», ¿no será que el problema no está en los satélites territoriales, y sí en la «cocina» del partido?

Pablo Casado puede salir mal parado este domingo de las elecciones catalanas, pero no es un golpe que le derribe. Sí le puede derribar que no sea capaz de poner orden en su casa, de rodearse de dirigentes expertos, de acercarse a los barones y de aprender a gestionar con ellos y no contra ellos.

En vez de buscar al filtrador, lo que tiene que hacer Casado es liderar, no dejar que le lideren, con sus aciertos y con sus errores. Un ejemplo, entre los barones impuestos desde Génova, elegidos solo por su fidelidad a Madrid, hay ya un caso de escrito de la Fiscalía iniciando investigación por cohecho. Aquella fue una operación de «dedazo» para elegir a la nueva presidenta regional sin pasar por un congreso extraordinario. «Espero que acierten», reflexionó entonces uno de los barones que no controla Génova cuando se le preguntó por la maniobra de relevo de quien estaba hasta entonces al frente de esa organización regional.