Internacional

El príncipe de Liechtenstein y el gran oso rumano

Tras dos meses de la batida principesca, la osa sigue matando animales domésticos de los granjeros rumanos. Pero ni rastro de Arthur

Los litigios entre países europeos no surgen solo a causa de las personas. Acaba de comenzar un contencioso propio de cuentos antiguos, con príncipes, castillos y osos como protagonistas. A un lado está Liechtenstein, un microestado que no llega a 25 kilómetros cuadrados, y al otro, Rumanía, estado miembro de la Unión Europea desde 2007.

Los rumanos acusan al joven príncipe de Liechtenstein, Emanuel Von und zu Liechtenstein, de haber matado al oso más grande de Rumanía y de toda la UE. El monarca, que tiene su residencia habitual en la vecina Austria, participó en marzo en una expedición de caza en los fragosos Montes Cárpatos, al norte del país. Otorgaron al joven de Liechtenstein, de 32 años, permiso para matar a una osa que, junto a sus cachorros, estaba ocasionando problemas a los vecinos de Cosvana. Sin embargo, varios animalistas y activistas medioambientales han denunciado que quien ha pasado a mejor vida es Arthur, un imponente oso pardo de 17 años.

Rumanía ha abierto una investigación formal y la presión crece sobre Liechtenstein y su príncipe cazador. En 2016, una directiva de la UE, protegió al oso pardo e incluso se prohibió la caza de osos en los bosques rumanos. Como excepción, se podría abatir únicamente a aquellos plantígrados cuyas incursiones supusieran una amenaza. Tras dos meses de la batida principesca, la osa sigue matando animales domésticos de los granjeros rumanos. Pero ni rastro de Arthur. Las autoridades de Rumanía tratan ahora de resolver si fue un accidente –y el príncipe no sabía que había matado al animal equivocado–. O por contra, ha sido algo intencional, pues Arthur era uno de los mayores trofeos europeos en los selectos círculos cinegéticos.

«Visité al granjero que informó sobre la osa problemática y ella todavía campa por allí. Hasta donde sabemos, (el príncipe) tenía permiso para disparar, pero luego no mató a la osa en cuestión, sino a un oso que supone un trofeo mucho más valioso. Se está examinando todo», recalcó Gabriel Paun, de la ONG medioambiental Agent Green, al periódico austriaco «Kronen Zeitung».

El príncipe ahora en el punto de mira ejerce como médico en Austria, en la región de Estiria. Allí su familia es archiconocida pues son los dueños de un pintoresco castillo medieval que luce sobre un volcán inactivo en Riegersburgo. De momento, Von und zu Liechtenstein no ha hecho declaraciones al respecto, pero desde la oficina del Príncipe Heredero de Liechtenstein emitieron un comunicado señalando que no conocía los antecedentes de este «asunto privado y personal». Por lo que el contencioso está lejos de cerrarse.