España

Mohamed VI tiende su mano a Argelia y busca la reconciliación

Bárbara Barón

Tras años de tensión entre Marruecos y Argelia, especialmente como consecuencia del Sáhara Occidental y, más recientemente, tras la polémica con la llegada a España de Brahim Ghali, Mohamed VI ha decidido dar un giro radical a la postura del reino alauita con su país vecino. Así, con motivo del Día del Trono, el rey de Marruecos, Mohamed VI pronunció un discurso en que dedicó una parte importante a las relaciones marroquí-argelinas, donde repasó la situación actual de estas relaciones, y las diferencias y tensiones que hay que superar, y concluyó que Marruecos y Argelia son más que dos países vecinos: son gemelos complementarios.

Desde este punto de vista, Mohamed VI renovó el sincero llamado a los hermanos de Argelia a trabajar juntos, sin condiciones previas, para construir relaciones bilaterales basadas en la confianza, el diálogo y la buena vecindad.

Expresar esta posición real explícita, en el Discurso del Trono, con sus matices y posición distintiva dentro de los Discursos Reales, es una declaración solemne a los pueblos de la región y al mundo del compromiso de Su Majestad de construir relaciones sólidas. países vecinos y dos pueblos hermanos.

Lo que distingue a este discurso es que es honesto en contenido y claro en su lenguaje, y no tolera interpretación, ya que es directo y fluye del corazón, y la creencia y convicción de Mohamed VI de la necesidad de cerrar los conflictos, para asentar las relaciones entre los dos países, y avanzar hacia una integración que beneficie a todos los pueblos de región, en lugar de perder tiempo y energía, que hipoteca el futuro de sus pueblos.

Esta iniciativa nace de la sincera y firme convicción de Mohamed VI de que las relaciones entre dos países vecinos, como Marruecos y Argelia, deben ser normales, al nivel de su equilibrio histórico común, y responder a las aspiraciones de los dos pueblos de consolidar su unidad de religión, lengua y un destino común.

Asimismo, Mohamed VI destacó que el estado actual de estas relaciones no le satisface, no es del interés de los dos pueblos y no es aceptado por muchos países.

La geografía no puede cambiar, y la apertura de fronteras, aseguró el rey, es la situación normal entre dos países vecinos, porque una relación es incompatible con un derecho natural y un auténtico principio legal consagrado en convenciones internacionales, incluido el acuerdo fundacional de Marrakech para la Unión del Magreb.

Esto está vinculado al derecho a la libre circulación de personas y a la circulación de servicios, bienes y capitales entre países, en particular los países del Magreb Árabe, que tienen las cualidades para convertirlo en un espacio integrado, dominado por la cooperación, la solidaridad y la fraternidad y desde donde la región oriente sus energías para enfrentar los desafíos comunes de seguridad y desarrollo.

Esta no es la primera vez que Mohamed VI aborda este tema. Desde su acceso al trono, ha pedido el establecimiento de relaciones sólidas y saludables con los países de la Unión del Magreb, en particular con Argelia. Pidió explícita y oficialmente la apertura de las fronteras, en 2008, y lo confirmó en varias ocasiones, y en numerosas ocasiones.

Debido a que Mohamed VI no es responsable de la decisión de cerrar las fronteras, como es el caso del actual e incluso del ex presidente argelino, el rey ha enfatizado la responsabilidad política y moral de los líderes de los dos países de fortalecer sus relaciones ante la historia y ante la ciudadanía.

Aunque estos llamamientos para superar diferencias circunstanciales y resolver disputas de fondo han caído en oídos sordos desde Argelia , y a pesar de los continuos y repetidos ataques y maniobras contra los intereses de Marruecos, Mohamed VI desea continuar la política de la mano extendida, con miras a establecer las relaciones entre los dos países.

En una posición que va más allá de disputas y ofertas estériles, Mohamed VI ha manifestado : “Lamentamos las tensiones mediáticas y diplomáticas en las relaciones entre Marruecos y Argelia, que dañan la imagen de los dos países y dejan una impresión negativa, especialmente en la escena internacional "

En una noble posición, elevándose por encima de estériles disputas y excesos, y a pesar de los abusos y ataques contra Marruecos, sus instituciones y sus símbolos, en flagrante violación de las normas diplomáticas y la ética profesional, el rey expresó su pesar por las tensiones en Marruecos respecto a las relaciones argelinas, pidiendo “que prevalezca la lógica de la sabiduría y los intereses superiores, para superar esta lamentable situación, que gasta las energías de nuestros dos países y contradice los lazos de amor y hermandad entre nuestros pueblos”.

Como conclusión, Su Majestad el Rey afirmó que “Marruecos y Argelia son más que dos países vecinos, son gemelos complementarios. Y este vínculo orgánico no será completo, a menos que mejoren las voluntades, se abandonen las tesis del pasado y la orientación hacia el futuro, con toda honestidad y buena fe, sea en interés de los pueblos, pueblos de la región del Magreb y sus socios, y el espacio euromediterráneo y africano en general”.