Opinión
La Hiyab en España
«No facilita la integración una cosmovisión tan ajena a nuestras raíces cristianas»
La retirada de Afganistán y la toma del poder nuevamente por los talibanes, saca a la palestra otra vez el debate sobre la cuestión relativa al papel que los islamistas reservan a la mujer en su particular interpretación y aplicación del Corán. En este punto, la Hiyab ocupa un rol muy relevante. La palabra árabe «Hiyab» define la tela con la que las mujeres deben cubrirse la cabeza y parte del cuerpo, según lo regule la ley, y hace referencia a la modestia en el vestir que no sólo es aplicable a las mujeres musulmanas, sino también a los varones.
Dado el celo feminista que caracteriza a nuestro Gobierno, para no incurrir en juicios erróneos conviene conocer estas disposiciones para distinguir lo que es obligatorio de lo que es voluntario en su uso en el espacio público. La occidentalización de la vestimenta en el Egipto de Nasser o en el Irán del Sha fue un pretexto o reivindicación de los hermanos musulmanes y los ayatolás, respectivamente, y es lo más visible del profundo cambio operado en aquellas sociedades desde entonces.
En la actualidad, dada la presencia en nuestras calles de una creciente población musulmana, es necesario conocer bien estas cuestiones. El multiculturalismo no facilita la integración social de la población inmigrante cuando ésta posee una cosmovisión tan ajena a nuestras raíces cristianas.
Lo cierto es que disfrutando ayer de una inolvidable jornada en Covadonga, estas reflexiones me surgieron con fuerza. «No hay meras coincidencias en los designios de la Providencia…».
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