Canela fina | Que vuelva ya

«Quiero que el Rey Juan Carlos vuelva ya y que se respete su presunción de inocencia», ha declarado Felipe González, demostrando una vez más su calidad de hombre de Estado. A muchos nos parece claro que una inmensa mayoría de españoles coinciden con el expresidente socialista del Gobierno. El Rey padre ha sido sometido a una miserable campaña de calumnias, insidias y bulos multiplicados hasta la náusea, sin otro apoyo que las declaraciones de una hetaira despechada y un policía encarcelado por corrupción. El objetivo además no era él, sino su hijo Felipe, porque la extrema izquierda, que quiere terminar con lo que llaman el régimen del 78, considera un paso decisivo para poder alinearse con Venezuela o Cuba, fracturar el eje del sistema constitucional español que es la Monarquía parlamentaria.

Participé activamente en su día en el escabeche de Felipe González durante su última legislatura porque, sin límites en los mandatos constitucionales, amenazaba con prorrogar indefinidamente su presidencia del Gobierno. A los periodistas que, encabezados por Camilo José Cela, nos sumamos a la operación nos llamaron «el sindicato del crimen». Conseguimos nuestro propósito. Y como es la verdad la que nos hace libres, califiqué después a Felipe González, y lo he reiterado muchas veces, como el más destacado hombre de Estado del siglo XX español, así como Cánovas del Castillo lo fue del siglo XIX.

Juan Carlos I encarnó uno de los cuatro grandes reinados de la Historia de España, junto a los de Carlos I, Felipe II y Carlos III. Se instaló en la jefatura del Estado con todos los poderes de Franco y por amor a la libertad, siempre al servicio del pueblo español, renunció a todo para que se pudiera establecer en España una democracia pluralista plena como la danesa o la holandesa.

Felipe González ha vuelto a demostrar su calidad humana y su política de hombre de Estado al afirmar que el Rey padre debe volver ya rodeado del respeto que se merece. Ha dado el expresidente socialista una lección a todos y de forma especial al actual Gobierno de Frente Popular cuyos terminales mediáticos son los protagonistas de la miserable cacería a la que ha sido sometido el que fuera Rey de la España libre y demócrata.

Luis María Anson, de la Real Academia Española