Animales
De mosquitos y hombres: solo puede quedar uno
Uno de ellos caza a la mosca. Parecía imposible. Siempre se escapa la hija de su madre, que supongo debe ser otra mosca. Multa de 600.000 euros. Es lo que dice el borrador de la ley de bienestar animal
Una mosca revolotea en la barra de un bar en busca de una cogorza. Los parroquianos espantan el aburrimiento con el último trago antes de entrar en una siesta profunda, algunos se dejarán caer allí mismo, como fardos a la espera de la recogida. Uno de ellos caza a la mosca. Parecía imposible. Siempre se escapa la hija de su madre, que supongo debe ser otra mosca. Multa de 600.000 euros. Es lo que dice el borrador de la ley de bienestar animal. Matar a uno conllevará una sanción importante. Vale, ya sabemos que eso no será así, que al final distinguirán qué animales se pueden matar con impunidad y cuáles, en caso de asesinato, nos hipotecarán la cuenta corriente. Que seguiremos comiendo jamón, no sabemos hasta cuándo, y que la pechuga de pollo será un clásico del menú de los bares. Pero en la redacción actual, que habrá que cambiar, pone que matar a un animal acarrea una multa estimable. El texto no se queda en el titular que decía que los «responsables» (que no dueños) de las mascotas han de recibir un curso. La eutanasia a estas criaturas será vigilada con más firmeza si cabe que la que se aplica a los humanos. Eres malo si te pones en contra de acortar la vida de una persona y eres misericordioso y bueno si evitas que un perro fallezca antes de que lo desee el dios de los canes. Los abuelos abandonados deambulan ciegos por las ciudades donde la muchedumbre se entretiene con el juego del calamar pero si es un animal de compañía (¿un pulpo?) le buscarán hasta las entrañas del infierno para hacérselo pagar.
Aprecio más a mi perra Pepa que a la mayoría de las personas de este mundo, por lo que además de aberrante para muchos no debería ser sospechoso de desapego mascotil. Quien agrede porque sí a un animal es un monstruo. Punto. Los diputados de Podemos que llevan adelante la ley están en la discusión bizantina sobre si los animales tienen alma, solo que ellos no creen en la concepción divina. ¿Tiene más derechos una vaca que un piojo? ¿No nos dejarán ver en un documental de La 2 cómo un león atrapa a una gacela? ¿Enseñarán a los dueños de los gallos para que no «violen» a las gallinas, como aseveran algunos animalistas? Ha comenzado la temporada de caza y ya imagino a la brigada correspondiente entrando en los cotos deteniendo a los tiradores como si fueran narcotraficantes. Estas leyes se hacen desde la ciudad sin haber pisado un campo. Si impartieran un seminario sobre lo que cuesta ordeñar se les caían las tetas. Es peor matar a un cerdo que un escrache a un facha, que es un gorrino que no siente.
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