Reforma laboral

¿Vieron a alguien salir con la cabeza gacha?

Cuando desde dentro dinamitas el sistema que te da de comer, lo lógico es que el votante piense que quizás tiene más razón el que hace campaña contra el sistema

Solo Vox puede ganar con el nauseabundo espectáculo que Sus Señorías ofrecieron en la convalidación de la reforma laboral. En Europa están llevándose las manos a la cabeza, pero harán de tripas corazón porque todavía no es el momento de darnos la estocada. Pueden esperar hasta que le venga bien a Alemania y a otros países que van mucho mejor que nosotros, pero que todavía necesitan más tiempo.

Esta semana no se votó el contenido de la nueva normativa del mercado laboral. Los diputados, a la derecha, votaron el principio del final de Pedro Sánchez. Podemos festejó que, aunque tuvieran que tragarse el sapo de la reforma de Yolanda Díaz, ésta iba a salir un poco trasquilada. ERC usó la votación para desahogarse de sus celos con Yolanda y del engaño de Pedro con la «mesa».

El PSOE debería haber salido del Congreso con la cabeza gacha. En un país que respeta sus instituciones y a los ciudadanos que representan, el presidente del Gobierno, en un acto de dignidad y de coherencia con un mínimo de principios que se dan por hecho en aquel que dirige la Nación, habría renunciado a apuntarse un tanto que no le pertenece. También es verdad que en el principal partido de la oposición, el diputado ausente, sin suficientes motivos como para estarlo, en ese país serio y respetuoso con sus instituciones y los ciudadanos habría dejado el escaño. Aunque luego los suyos le mantuvieran un sueldo en el cargo de Organización. Pero esto les habría puesto en el escaparate de la ejemplaridad, y como saben que mantenerse en ese estatus exige demasiado esfuerzo, y, posiblemente, da poca recompensa entre sus parroquias, pues a celebrar la victoria tramposa y a exagerar la trampa para ocultar que tu diputado no estaba dónde tenía que estar ni centrado en lo que tenía que estar, sino en terminar de organizar un mitin a su presidente nacional en Soria para la campaña del 13-F. Efectivamente, aquí solo puede ganar Vox. Cuando desde dentro dinamitas el sistema que te da de comer, lo lógico es que el votante piense que quizás tiene más razón el que hace campaña contra el sistema. Y a ver ahora qué hace el diputado Sergio Sayas, uno de los díscolos de UPN y que se prometía heredero del liderazgo navarro. Pero ya no lo será y, si no cae Sánchez de esta jugada, tampoco podrá ser secretario de Estado de nada con el PP.