Francia

El avance de Le Pen

«Es lógico que la líder de la Agrupación Nacional esté muy satisfecha porque las perspectivas y los resultados han sido buenos»

A pesar de la campaña de la izquierda política y mediática, la realidad es que Le Pen ha tenido un gran avance al alcanzar el 41.8% de los votos, lo que representa ocho puntos más que en las elecciones de hace cinco años. No hay duda de que ha sido derrotada, algo que entraba dentro de las previsiones, pero muestra una tendencia que hace que no sea descartable su victoria en las próximas presidenciales. El tiempo juega a su favor, porque el descontento no amaina y la ultraderecha, como la denominan los progres y la derecha acomplejada, cada vez produce menos miedo. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta ahora, los ambientes intelectuales y los medios de comunicación han estado llenos de felices y agradecidos compañeros de viaje del comunismo. Es más chic cualquier opción de izquierdas, incluso las más marginales y disparatadas, que apoyar a Le Pen. Por ello, es fácil estigmatizarla, porque los poderosos periodistas e intelectuales pueden masacrarla desde la cómoda posición de «gauche» o «droite» caviar. La cuestión inquietante es que el sistema tradicional de partidos ha saltado por los aires y Macron, con su refinamiento burgués, es un bonapartista sin un partido sólido detrás.

La extensión territorial de la Agrupación Nacional de Le Pen, que consigue excelentes resultados entre los sectores más desfavorecidos de la sociedad, junto a la fuerza de la Francia Insumisa de Melenchon dibuja un panorama muy disruptivo. Es una división entre la Francia privilegiada de las clases medias y altas, con todos los matices que se quiera, frente a esa mayoría de descontentos que representan, en signo distinto, Le Pen y Melenchon. Los dos tienen un origen humilde y no forman parte de la elite exquisita que encarna Macron. No estudiaron en grandes universidades y, por supuesto, no son enarcas. La victoria de Le Pen en treinta distritos dibuja un panorama que se puede confirmar en las legislativas y provocar una situación extremadamente convulsa e inestable. Macron necesita tener un gobierno que coincida con sus planteamientos, aunque es un auténtico camaleón, ya que la cohabitación siempre ha sido muy complicada en el pasado. Es lógico que la líder de la Agrupación Nacional esté muy satisfecha porque las perspectivas y los resultados han sido buenos.