Deportes

El pie izquierdo

La fama de un deportista se asienta en sus victorias, pero su grandeza proviene de las batallas que mantiene consigo mismo y con su época

Francisco Umbral sostenía que Valle-Inclán escribía con el brazo que le faltaba y que todo el talento del gallego, todo el derramamiento de su literatura, como apuntaba, provenía del muñón recosido de esa amputación. El vacío de ese miembro cercenado es como la poesía, que siempre está fuera del poema, en las orillas de lo no dicho, o el hueco que existe en las estatuas de Oteiza, que es justo lo que dibuja la escultura y no el hierro, el mármol, la madera, el aluminio o la piedra ornamental escogida para la obra. Rafael Nadal gana con el pie dormido, o sea, con el pie que no siente, que es el pie que siempre está presente con su ausencia. El tenis de Federer apea en la técnica, pero el de Rafa Nadal en esa lesión, que al convertirse en crónica dejó de ser lesión para convertirse en personalidad. Hay genios que bregan contra los fantasmas de su intelecto, como Goya, que tenía en la razón la fuente de sus pesadillas. Rafa Nadal lucha contra el espectro de ese pie que siempre amenaza con apartarle de la pista, que es lo que ha fundamentado el calendario de su existencia. Es la pelea, un poco titánica, contra esa cojera lo que le da verticalidad a su juego. Su tenis, más que un estilo, es una mentalidad. Una fuerza que proviene de la riña que mantiene desde hace diecisiete años contra la amenaza de esa manquedad. La fama de un deportista se asienta en sus victorias, pero su grandeza proviene de las batallas que mantiene consigo mismo y con su época, como le sucedió a Muhammad Ali, que no es grande solo por lo que hizo dentro del ring, sino también por las posturas que tomó fuera de él. Lo que permanece de un hombre, más que sus récords, que siempre son perecederos, son sus rivalidades. Y el adversario de Rafa Nadal, lo que paradójicamente agiganta su figura, es ese pie izquierdo, que es lo que jamás tendrán ni Federer ni Djokovic, aunque alcancen sus veintidós Grand Slams.