Podemos

Restricciones

Belarra, acaba de descubrir la restricción presupuestaria: a saber, que si gastamos un euro más en una partida, estamos renunciando a gastar ese mismo euro en otras partidas

La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, acaba de descubrir la restricción presupuestaria: a saber, que si gastamos un euro más en una partida, estamos renunciando a gastar ese mismo euro en otras partidas. Esto fue lo que escribió la ministra en su cuenta de Twitter: «Cada euro que se destina a gasto militar es un euro menos para sanidad, educación o protección social. En un momento difícil debemos priorizar el cuidar a la ciudadanía con un tope a los combustibles o el abono transporte a 10 euros». Y sí, en efecto eso es así, pero semejante admonición también resulta válida para cualquier otra área. Así, por ejemplo, cada euro que se destina a pensiones es un euro menos para educación; o cada euro que se destina a educación es un euro menos para sanidad; o cada euro que se destina a sanidad es un euro menos para I+D, etc.

Aunque los políticos gustan de vendernos que podemos gastar más en todo lo que suena bien (pensiones, sanidad, educación, I+D, dependencia, ayudas a la natalidad, etc.), lo cierto es que no es así: los recursos son escasos y, en consecuencia, destinar más de esos recursos a unas áreas supone destinarlas menos a otras. De ahí, verbigracia, que cuando nuestros políticos celebran que cada año gastemos más en pensiones eso no sea una buena noticia: que el gasto en pensiones esté creciendo significa que está fagocitando el presupuesto que podría haberse dedicado a otros campos del presupuesto; significa, en suma, que los no pensionistas van a ser cada vez más pobres porque deberán costear un gasto expansivo en previsión social. Sin embargo, jamás le hemos escuchado ese mensaje a Ione Belarra, o a cualquier otro dirigente de Podemos, salvo ahora: cuando se trata de rechazar el incremento del gasto en Defensa, entonces mágicamente descubren que los recursos son escasos y que los fines hacia los que se pueden dirigir son rivales. Curioso. Casi tanto como que la primaria y genuina restricción presupuestaria, aquella que existe entre el sector público y el sector privado, también les suela pasar desapercibida: cada euro de más que gasta el sector público es un euro de menos de que dispone el sector privado.

Y es que, más allá de que el Estado pueda multiplicar la cantidad de euros y diluir el valor real de los que están en manos de familias y empresas, los recursos son los que son y si el sector público controla más, los demás controlamos menos. Ojalá Podemos también tenga siempre presente esa otra restricción presupuestaria.