Política
Sánchez y su fiel escudera Yolanda
«Los ministerios han servido de acomodo, con buenos sueldos, para centenares de camaradas. Ahora son casta y de la buena»
El presidente del Gobierno hace muy bien ninguneando a Belarra y Montero, que son el pasado, para concentrarse en Yolanda Díaz que puede ser su tabla de salvación. El aparato mediático gubernamental, que es una poderosa maquinaria de propaganda, ha puesto todo su esfuerzo en la líder de la plataforma «Sumar». No hay nada peor para sus expectativas electorales que incluir a la formación en decadencia que lidera Pablo Iglesias en la sombra. El tiempo es muy valioso y acierta no perdiéndolo con el telepredicador bolivariano. Díaz no se quiere presentar a las autonómicas y municipales, porque pretende huir del desgaste y le conviene que Podemos se derrumbe. Esto le permitirá emerger como la gran esperanza de los comunistas, los antisistema y otros radicales a la izquierda del PSOE. Es lo que le interesa a Sánchez, que tiene una buena relación con la vicepresidenta y es una pieza clave en su estrategia. A esto hay que añadir que cae muy bien a los periodistas, algo que no sucede con las «lideresas» podemitas que parecen instaladas en un estado de cabreo permanente.
No hay alegría en sus rostros tras haberse subido al ascensor social, con todos sus camaradas que estaban en paro o eran mileuristas, sino agresividad y rencor. Es algo que me sorprende, porque han tenido unas vidas regaladas gracias a su origen social. Como siempre sucede con los comunistas, el éxito de su «revolución» les ha dado muy buenos resultados personales. Por ello, Sánchez se siente cómodo teniéndolos en el Gobierno. No hay riesgo de que lo rompan porque tienen que aprovechar, como les sucede a los jugadores, esta buena racha. Los ministerios han servido de acomodo, con buenos sueldos, para centenares de camaradas. Ahora son casta y de la buena. A esto hay que añadir que garantizan, con los sumisos sindicatos, la tranquilidad en las calles. No se repetirá la agitación que sufrió el PP. Es interesante constatar que la izquierda mediática dedica su atención a Ayuso, Mañueco o Feijóo con alguna incursión crítica, aunque suave, al Gobierno para guardar las apariencias. Ahora es una crisis global, como si las anteriores no lo fueran, y Sánchez hace todo lo que puede. Es un «titán» que convence y domina a sus socios europeos. Y lo único que le falta es consolidar a su fiel Yolanda.
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