Shakira

Los cuernos de Shakira son de leche

Anda la gente poniéndose en el bando de Gerard o en el de Shakira. En mi Españita se montan guerras civiles hasta en los estribillos

Apunté en el cuaderno que había comenzado la semana sonando la canción de Cándido Conde-Pumpido. Estamos ante un nombre orquesta, un nombre como para llevarlo a la OTI, con esa a en todo lo alto esdrujuleando en el «Cán» y después, descendiendo el apellido al compás de los ritmos actuales: «dido-con-de-pum-pido». Este es un apellido aliterador con twerking, conga y perreo, y si usted anda preguntándose por qué el candidato de Sánchez al Constitucional ha resultado finalmente elegido, no es por facilitar el referéndum de Cataluña: es por llamarse Conde-Pumpido.

Digo que veníamos bailando lo de «condepumpido» y de pronto llegó la canción de Shakira o lo que sea eso. Shakira canta en venganza por la infidelidad de Piqué, pues un día se enteró de que la otra le comía la mermelada literalmente.

Como la muchacha se llama Clara, que es nombre de buena persona (sic.), Shakira sostiene que «clara-mente» no es como suena. Debe de referirse a una broma con algún doble sentido que naturalmente no he entendido yo que soy duro de mollera para las bromas de este tipo y solo cojo el chiste si es muy obvio al estilo de aquella mujer que se llamaba Dolores Delano.

Anda la gente poniéndose en el bando de Gerard o en el de Shakira, pues en mi Españita se montan guerras civiles hasta en los estribillos. Por lo general, en la izquierda aplauden el despecho y en la derecha, la acusan de falso feminismo. Poner pingando a la otra no parece muy sororo. Para otros, estamos ante una digna heroína. Más bien parece que respira por la herida.

En dos días se ha analizado el tema desde arriba, desde abajo y se ha abordado la letra desde multitud de ángulos sociológicos y curiosas perspectivas, y desde todas se ven los cuernos de la pobre Shakira. Rezuma cuerno por todas partes, tanto que mejor le hubiera escrito un pasodoble.

Yo personalmente creo que la canción es mala como para irse de casa. Sostiene la cantante que la mujer herida no llora y al final resulta que solo vamos a poder llorar los hombres. Dice algo de un Casio y no sé qué problema hay ahora con los Casio. Yo tengo un par y uno de ellos sigue funcionando pese a que le han pasado por encima varias manadas de toros con más cuernos que en lo de la propia Shakira. En otro momento, desprecia los Twingo, que la verdad es que ya no se ven. Confieso que esta parte tampoco la he entendido y es costumbre en mí, pues hay cantantes en español a los que entiendo mejor en inglés.

Parece más claro cuando apunta que ahora, la mujer herida «factura» y digo yo que lo habrá comentado en referencia a lo que cobra por el vídeo, esto es que la colombiana esta monetizando la cornamenta y siempre es mejor cobrar por unos cuernos que colgarles un abrigo. Mírala, se dice la gente: adornada, pero rica, y pienso que de este privilegio no disfrutan las cornudas pobres, ya sabes, las cornudas mindundis, las cornudas de barrio. Cree que el dinero amansa las hieles del desamor: esto la verdad es que tampoco lo veo.

En realidad, lo único que calma el dolor es el paso del tiempo. Mi amigo Laza me dijo cuando me los pusieron a mí, que los cuernos son de leche que se caen, como los dientes.