El trípode

44 «cisnes negros» en campaña

EH Bildu se haya convertido en el centro de la campaña electoral del 28-M

Revela claramente qué es el sanchismo y dónde ha llevado a España el hecho de que EH Bildu se haya convertido en el centro de la campaña electoral del 28-M. Sus 44 candidatos condenados por terrorismo y no arrepentidos muestran a las claras cuál es el proyecto político que impulsa la formación convertida en su socio prioritario. Un «proyecto» que pretendían conseguir por medio del asesinato y secuestro indiscriminado de personas de todas las edades, sexo y profesión. Desde niños a ancianos, hombres y mujeres, trabajadores, empresarios, guardias civiles, policías, militares de todo rango… incluso un presidente del Gobierno, además de un atentado frustrado contra el entonces líder de la oposición Aznar… así hasta 856. Todo estaba justificado para conseguir una Euskal Herria socialista y euskaldun independiente de España.

El 20 de octubre de 2011 ETA hacía pública su decisión de dar por finalizada «la lucha armada» a la espera de una negociación política con el Gobierno que surgiera de las elecciones celebradas exactamente un mes después, que confiaban siguiera siendo socialista y les permitiera negociar beneficios para sus presos a cambio de la disolución de la banda. Pero el PSOE perdió el Gobierno, y los negociadores etarras David Pla, Izaskun Lesaka e Iratxe Sorzabal aguardaban acogidos en Noruega la correspondiente negociación que NUNCA se produjo con el nuevo Gobierno. Fueron necesarias todavía más de 150 detenciones en España y el extranjero y la desarticulación total de su estructura –de sus tres «aparatos» político, logístico y militar– para que la banda asumiera la realidad y formalizara su disolución en mayo de 2018… unos días antes de investir presidente a Sánchez. Lo que nunca podría haber imaginado ETA es que comandos suyos no arrepentidos –bien al contrario, expresando orgullo por su anterior militancia– se convirtieran en candidatos por un partido que es socio prioritario nada menos que de la coalición gracias a la cual gobierna en España.

De momento han cambiado el método pero no el objetivo, que sigue siendo el de siempre, ahora facilitado con alfombra roja por el PSOE que aplaude entusiasta que su líder exprese en sede parlamentaria sus condolencias a EH Bildu por el suicidio en prisión de un etarra, mientras descalifica a la oposición. Ciertamente a Sánchez se le ha aparecido en su campaña electoral un cisne encapuchado de negro, que veremos cómo incide en sus resultados. La izquierda abertzale sin arrepentimiento alguno por su pasado mandando en España. ¿Alguien puede imaginar a exterroristas de Al-Qaeda como candidatos en Nueva York? Aquí, gracias a Sánchez, sí. Dice que «ETA ya no existe». No como Franco, que se le ha visto paseando por Madrid.