A pesar del...

Sin ajustes, señora

Llamar «ultraliberal» a la derecha es simplemente un dislate, porque ni lo es ni lo ha sido nunca

Hay días en que la prensa progre está sembrada. Leí hace poco en «El País» esta sucesión de maravillas: «Las pensiones dan oxígeno a la coalición y presionan al PP...La clave del 28-M será asociar a Feijóo con las rebajas al Estado de bienestar…Mientras en Francia puede caer el Ejecutivo por los recortes, en España se pacta una reforma sin ajustes». Como dijo el sabio de Ubrique: en dos palabras, impresionante.

Primero, las pensiones solo podrían oxigenar al Gobierno Frankenstein si resolvieran el desequilibrio del sistema, y eso es algo que solo cree el propio Gobierno. Ha habido, en efecto, consenso entre los analistas, que señalaron que habrá más déficit, y por lo tanto el horizonte de los contribuyentes es inquietante. Visiblemente molesto, el autor de la reforma, el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, aseguró en el mismo periódico que sus críticos no solamente se equivocan siempre sino que además obedecen a oscuros intereses: «recomendaría analizar las fuentes de financiación de estos estudios». Como mínimo, el ministro estuvo poco fino, considerando que el soborno era la única explicación del disenso del grueso de los expertos con el diagnóstico oficial.

Segundo, lo del PP enemigo del Estado de bienestar es una broma de mal gusto, como recordarán los contribuyentes que padecieron al trío calavera Rajoy-Montoro-Guindos, que los hostigaron sin descanso, precisamente para defender dicho Estado, al que nadie del PP, y mucho menos Alberto Núñez Feijóo, pretende reducir. Llamar «ultraliberal» a la derecha es simplemente un dislate, porque ni lo es ni lo ha sido nunca.

Y tercero, e imbatible, es el bulo que asocia los ajustes sólo con la derecha. Asombrosamente, los medios progres no son capaces de detectar la flagrante contradicción del Gobierno. En la misma entrevista con Escrivá, que acabo de citar, el ministro afirma: «la sostenibilidad de las cuentas públicas tiene que abordarse reforzando los recursos públicos», y al mismo tiempo, preguntado por si van a aumentar las cotizaciones sociales, responde, tajante: «No, en ningún caso».

En suma, prepárese usted, señora, porque van a por usted. Y cuando le suban a usted las cotizaciones, o los impuestos, o, con más probabilidad, ambas exacciones al mismo tiempo, recordará usted a los chamanes de «El País» que le aseguraron que el Gobierno progresista de España pactó una reforma de las pensiones «sin ajustes».