Cuaderno Africano

Romper con el pasado

La Razón
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Senegal inaugura esta semana, por fin, gobierno. Macky Sall ocupa el lugar que Abdoulaye Wade ha acaparado durante doce años. Los intentos del presidente derrocado en las urnas por "colocar"a su hijo no han dado sus frutos. Tampoco han servido la corrupción ni los cambios en la Constitución. La oposición ha conseguido abrirse paso y, de momento, no ha defraudado. El Ejecutivo recién estrenado es un ejemplo de contención (sólo 25 ministros frente a los 40 de antes, lo que ha causado una gran sorpresa; no hay que olvidar que Sall ha recibido muchos apoyos que sin duda esperaban recompensa) y de unión. La cara conocida para Occidente es el ministro de Cultura, el cantante Youssou Ndour, quien "coqueteó"con la política presentando una candidatura, invalidada después.

"Todo es urgente", ha asegurado Sall en su primer discurso a la nación. No le falta razón, la corrupción hace muy buenas migas con la pobreza. Sall quiere actuar y romper con el pasado (un pasado del cual él mismo fue parte, fue un hombre de Wade). Los ojos están puestos en él. Con la esperanza de que su seriedad no sea sólo física, con la esperanza de que la sobriedad mostrada en sus primeros pasos se haga rutina. (Y quizá algunos ojos observen más bien con el miedo de que se levanten las alfombras, y se descubra lo que hay debajo...)