La Rotonda

Quiere marcharse

La Razón
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Eso dicen, que el director general de tráfico quiere marcharse. Incluso comentan que ya ha puesto su cargo a disposición de Rubalcaba, a quien le ha sugerido que posiblemente sería más útil en otros puestos de la Administración.¿La razón? Por lo visto Pere Navarro no tiene ya más conejos que sacar de la chistera. Dice que su misión está cumplida. Y tiene razón, sobre todo después de poner toda la normativa de Tráfico patas arriba. En sus seis años al frente de la DGT ha puesto en marcha el carné por puntos, ha reformado el Código Penal en materia de Seguridad Vial y ha modificado la Ley de Seguridad Vial para cambiar el sistema sancionador y lograr que no quede ninguna multa sin cobrar. Además, se han intensificado las campañas y se han multiplicado los radares.Está claro que ha hecho cosas y que puede marcharse satisfecho de ser el director general de tráfico más homenajeado. A las asociaciones de víctimas también las deja contentas después de que la última reforma legal (que entrará en vigor dentro de seis mesesprevé que parte de la recaudación de las multas vaya para ellas. Lo dicho, el hombre ha cumplido con lo principal, que era bajar el número de víctimas en la carretera hasta alcanzar límites que parecían imposibles. De hecho, ya se habla en Europa del "fenómeno español". Sin embargo, un estudio de la Universidad de Alcalá de Henares, que no ha sido difundido, concluía que España hubiera llegado a los mismos índices de siniestralidad sin que se hubiera puesto en marcha ninguna de las citadas medidas, solamente por otras cuestiones, como por ejemplo, la mayor seguridad de los coches y una mayor concienciación de los conductores. Sea todo el mérito de Pere Navarro, solo una parte o nada, el caso es que cada día mueren menos personas en la carretera. Menos mal.