Alfombra roja

Gareth Bale es la gran estrella que el Real Madrid podría contratar este año. El galés, jugador de proyección internacional, la mayor estrella europea del momento, podría ser el futbolista de alfombra roja con el que Florentino Pérez entusiasmara a la parroquia. El presidente del Madrid no necesita echar un órdago sobre la mesa porque tiene elecciones presidenciales por delante. Siempre dije que tal asunto era para él de menor cuantía, porque no iba a tener quien cometiera el error de convertirse en aspirante al sillón del Bernabéu. Tiene las elecciones tan ganadas de antemano que no va a tener contrincante en las urnas. Los socios madridistas se van a ahorrar la tarea de acudir a depositar su voto, porque no habrá adversario.

El fichaje de Bale no es baza electoral. Es el fichaje del año. Si el Barça contrata a Neymar, la respuesta no sería de inferior solvencia. Es más, probablemente acabaría siendo más rentable que el brasileño. Los jugadores de este país no siempre demuestran la fama de que llegan precedidos. De todas maneras, con Bale y Cristiano por un lado y Messi y Neymar por otro, tendríamos gran espectáculo. Es probable que el brasileño ligara con Messi menos que en teoría podrían hacerlo Bale y Cristiano.

Florentino no perseguirá la contratación de Kondogbia con ansia. Es nueva versión de Makelele. Bale es la figura de escaparate que anualmente pretende el presidente del Madrid. Y está en lo cierto.

Posdata. Para Mourinho no será sorpresa si un día juega Casillas. Con otro entrenador, claro.