María José Navarro
#bringbackourgirls
Se llama Sefer Calinak, es un señor turco, tiene sesenta y dos años y un montón de ganas de encontrar esposa. Una nueva esposa. Acaba de embarcarse en un reality de la televisión de su país, Turquía, concretamente del canal Flash Tv, donde ha lucido sus encantos para encontrar a la que sería su cuarta mujercita. A la primera la mató. A la segunda también. Con la tercera tuvo dos hijos y la cosa acabó fatal. No hay cuarta mala, oigan. El Señor Calinak ha estado en la cárcel, sí. Un ratito. El Gobierno turco le indultó después de diez años en prisión por ambos crímenes y ahora trata de encontrar a una señora que le cuide porque es diabético y tiene problemas de corazón. La presentadora del asunto le ha invitado a marcharse al enterarse y así ha quedado la cosa. En otro punto del mundo hay un cantante que se llama Chris Brown y que lleva una temporada flirteando con la reja, aunque no llegará la sangre al río porque para eso están las multas económicas que todo lo curan. Le pegó una somanta de palos a su novia, Rihanna, y además ahora ha violado las condiciones de su libertad bajo vigilancia. El país del señor Calinak aspira a ser parte de la Unión Europea. El de Chris Brown es el dueño del mundo, incluida la exquisita y pulcra Unión Europea. Pienso de pronto en todas esas niñas nigerianas secuestradas y en todos esos tertulianos que dicen que echan de menos la protesta de las feministas en la calle para exigir su liberación y me lo explico todo. No nos queda ná, queridas. Allá donde mires.
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