Delito a la carta

Podemos se acaba de descolgar pidiendo una reforma del Código Penal para que se suprima el delito de enaltecimiento del terrorismo y se revisen los delitos de injurias y calumnias que a su juicio limitan el derecho a la libertad de expresión. A lo mejor habría que decir a «su» libertad de opinión porque no hay más que recordar que hace menos de un año era la formación de Iglesias quien denunciaba a Esperanza Aguirre por estos delitos cuando la portavoz del PP en el ayuntamiento de Madrid les vinculó a ETA y les acusó de financiarse ilegalmente vía Venezuela, denuncia que por cierto fue desestimada por el Juzgado de Instrucción 42 de Madrid. Es cuando menos curioso que quienes en aquel momento acudieron a la Justicia para pedir amparo por lo que consideraron un atentado contra su honor, hoy quieran negarle ese mismo derecho al resto de la ciudadanía que, por lo visto, está obligada a tener más y mejores tragaderas que ellos.

En cuestión de leyes, el argumento de que como hay demasiadas denuncias en relación con un delito determinado que después se quedan en nada lo adecuado es eliminar el delito en cuestión es francamente surrealista. Según eso, habría que tirar a la basura el Código al completo, empezando por los asuntos relacionados con la corrupción. La Justicia no se mide por comparativa de aciertos y errores, precisamente porque una de sus funciones es discernir si hay o no base para todas y cada una de las que se presentan, incluidas las de calumnia, injuria o enaltecimiento del terrorismo; pero claro, eso da igual siempre y cuando la víctimas sean otros o el «presunto» enarbole la bandera ideológica adecuada.