El alien de Mas

No conocía a la nueva portavoz de CDC, pero, definitivamente, tiene estilo, y eso se nota en que en vez de referirse al Gobierno como «Madrid»,lo hace como «la meseta». No se puede negar que tiene su punto. También pone el acento en lo escrupuloso de la redacción de la convocatoria del 27-S, no para cumplir con lo que tiene que ser, sino para no dar pie «a recursos» y «amenazas» desde el Estado, que es algo que le tiene perpleja porque no entiende cómo es posible que cada vez que ellos intentan hacer «steak tartar» con las leyes que no les gustan, se recurra al Tribunal Constitucional. Considera que es un comportamiento antidemocrático y revanchista. Le ha faltado añadir y «mesetario», que, visto a través del daltonismo independentista y desde el delta del Llobregat, debe de ser de lo peor. No deja de admirarme el interés de Marta Pascal, que así se llama la recién estrenada portavoz, por que quede claro que si la convocatoria se ha hecho de rogar es porque hasta última hora se han estado quemado las pestañas para hacer pasar por llave lo que es ganzúa. De ahí ese plus tan cinematográfico de la nocturnidad, que evoca a políticos legendarios en mangas de camisa tomado decisiones de las que depende el futuro de la humanidad. Engañar sí, pero dejando claro que se engaña, que es lo procedente, no vaya a ser que el presidente de Omnium Cultural, que también es nuevo en su plaza, vaya a pensar que el «molt honorable» se ha achantado plegándose a los designios de la estepa central. A Artur Mas le ha costado parir a su criatura, pero esta noche, por fin ha visto la luz, y a partir de ahora da igual cómo la bautice porque gracias a Marta Pascal sabemos que aunque parezca un niño, por dentro va incrustado el alien.