El Foro habla por los médicos

Vaya por delante que no he sido nunca precisamente un fervoroso defensor del llamado Foro de la Profesión Médica. Allá donde he podido he cuestionado a esta suerte de conglomerado difuso en el que los intereses de sus integrantes se confunden con los del todo, y los del todo con los de las partes. Pero dicho esto, no conviene olvidar tampoco que las organizaciones que lo conforman gozan de la más amplia legitimidad en la representación democrática de los facultativos de este país. La Organización Médica Colegial (OMC), con Juan José Rodríguez Sendín a la cabeza, es el ente que lidera a los colegios de toda España, les guste o no a algunos de ellos. No cabe duda tampoco de que la Federación de Asociaciones Científico-Médicas de España (Facme) de José Manuel Bajo Arenas es el órgano escogido por las sociedades científicas para defender sus intereses y hacer oír su voz. Y algo parecido sucede con la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM). Pese a los vaivenes que ha sufrido en los últimos años, esta organización suele ser elegida mayoritariamente por los facultativos en las elecciones sindicales que se celebran en los centros sanitarios. Negar la representatividad al Foro y a sus miembros, y poner en solfa las actuaciones que despliega con este argumento es una falacia en toda regla. En este contexto, es normal el enfado que sus dirigentes han mostrado ante las críticas recibidas desde algunos sectores por el acuerdo marco que han suscrito con el Ministerio de Sanidad para intentar mejorar las condiciones de la profesión. Francisco Miralles, secretario general de la CESM, pone el foco en el Colegio de Médicos de Madrid, entidad que de un tiempo a esta parte parece haberse echado al monte de las críticas gratuitas contra el PP, como si rivalizara con AFEM. Miralles recuerda con tino que un colegio ha de representar a los médicos jubilados, a los parados y a los que ejercen, con independencia de su ideología. No sólo a los de izquierdas.