Debate de investidura

El pacto posible

La Razón
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Hay elecciones a la vista. Y no me refiero a las posibles generales de Navidad, sino a las vascas y gallegas del próximo 25 de septiembre. Por eso todo lo que está pasando en ambas comunidades autónomas resulta importante y trascendental para la posible investidura de Rajoy. Todo.

Un primer apunte: la secretaria de Estudios y Programas del PSOE, Meritxell Batet, cabeza de lista por Barcelona, dijo la semana pasada que pensaba que Arnaldo Otegi podía presentarse a las elecciones vascas porque ya había cumplido con sus obligaciones jurídicas. Como la afirmación no sólo era falsa, sino ajena al ya de por sí caos ideológico del PSOE, Sánchez tuvo que salir a corregir a su amiga y dejar claro que el PSOE acataría lo que dijera la Justicia. Batet, a quien tengo por mujer juiciosa, dio marcha atrás en su zapaterismo y reconoció su metedura de pata. Metedura de pata que no deja de reflejar lo que piensa el PSOE cuando piensa. Y es que cuando piensa, pierde.

Pero esto de rectificar me ha permitido reflexionar si sería posible un cambio de opinión de Sánchez respecto a Rajoy. Y he de decir con sinceridad que no lo veo. Y éstas son mis razones. Primera: ningún dirigente del PSOE –ninguno es ninguno, que diría Sánchez– ha pedido celebrar un Comité Federal que cambie la estrategia socialista. Quieren ver cómo se estrella su secretario general, pero no están dispuestos a participar en ese accidente. Segundo: los que gobiernan en sus comunidades saben que siempre podrán contar con el apoyo del PP y tampoco ven peligrar su cargo. Y tercero: los seis votos que le faltan al PP para la investidura sólo podrían venir del PNV –una vez que necesiten los del PP en el País Vasco tras el 25-S–; y del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, que ya dice que no descarta su abstención «en un escenario de pactos». Es el pacto posible.

Así el PSOE salvaría su «no», pero no podría salvar a Pedro Sánchez ni a su decisión perdedora. El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, dijo este fin de semana que hay que «evitar» unas terceras elecciones y que «no es lógico» que el PSOE se abstenga en la investidura de Rajoy, aunque «no hay que avanzarse –querrá decir adelantarse– al futuro». Todos esperando a que se estrelle. Lo dicho.