Iñaki Zaragüeta

El socialismo, a la deriva

La Razón
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Ya no está Pedro Sánchez de secretario general del PSOE y este partido sigue emitiendo signos de «podemización», vocablo que utilizó el hoy presidente de la gestora socialista, Javier Fernández, para justificar el derrocamiento de quien pretendía la Presidencia de España coaligándose con Podemos, separatistas, comunistas y cualquiera que pudiera ofrecerle el plato de lentejas como si de Esaú se tratara. Al parecer, la discrepancia de las fuerzas «ocupacionistas» del PSOE no mantienen la línea roja inicial y el grupo parlamentario socialista apoya tumbar la reforma del Tribunal Constitucional aprobada por el PP con la vista puesta en el proceso separatista de Cataluña y por la que el Alto Tribunal podría procesar a la presidenta del Parlament, Carmen Forcadell. El PSOE se suma a Podemos, al PdeCat y al PNV, dejando en solitario al PP y Ciudadanos. No entiendo que los socialistas apoyen la impunidad de quienes vulneran las leyes. Existe el agravante de la altanería de la propia Forcadell alardeando de su rebelión y anunciando mantenerla, como si con ella no fueran los fundamentos de un Estado de Derecho. El PSOE se presenta como una fuerza sin criterio, preocupado más por satisfacer los vaivenes independentistas de sus correligionarios catalanes que de reorganizarse y fortalecerse, para lo que parece imprescindible volver a la senda de la social democracia que tanto rédito le dio en sus mejores momentos. No ha de extrañarse de que la caída siga presentándose como inevitable. Así es la vida.