¡En campaña!

No es por nada, pero mucho me temo que ya estamos o en campaña o en pre-campaña electoral, tanto monta, monta tanto, ya que lo único que las separa es la «ceremonia» de pegada de carteles, que cada vez suscita menos interés, por lo menos la física. Todo lo que se diga y haga a partir de ahora se medirá y se juzgará en clave electoral, ya sea para las municipales y gran parte de las autonómicas de finales de mayo, como para las generales que tendrán lugar en noviembre, o bien a principios de 2016, como muy tarde. Los del PP confían en que la mejora de la situación se traslade de las cifras macroeconómicas, en las que sí se ha notado en comparación con enero de 2014, y no digamos de 2013, al bolsillo de los votantes; supongo, además, que, en su carta a los Reyes Magos, Rajoy y los suyos habrán pedido que siga esa mejoría y, en ese caso, que los votantes acudan a las urnas dando prioridad a los asuntos relacionados con la economía, olvidándose, por ejemplo, de la corrupción y de lo que ha hecho Montoro estos años de atrás. Mientras tanto, los del PSOE andan temerosos de la fragmentación del voto de izquierdas y del fenómeno de Podemos. Estos últimos tendrán que aclararse de aquí a las citas con las urnas sobre su modelo de organización interna y sobre el programa con el que concurrirán a los comicios, además de decidir si presentan candidatos y de qué manera en las municipales y autonómicas. Los de IU lo tienen negro y los nacionalistas, especialmente los catalanes, querrán dar un carácter plebiscitario a las municipales. Vamos, que no nos aburriremos, sino todo lo contrario. ¡Menudo año!