Estigma

Nacer en un lugar del mundo o hacerlo en otro te puede salvar la vida o condenar a una muerte segura. Es tan injusto como real. El país donde nace una persona puede ser un estigma tan radical como el padecer una enfermedad infecciosa tipo el ébola. Enfermar en África o hacerlo en Nueva York, Paris, Londres o Madrid puede ser decisivo a la hora de salvar la vida. Médicos del Mundo recuerda que el ébola es una enfermedad relativamente poco contagiosa, sobre todo en contextos desarrollados como Europa o América, y eso no incluye al continente africano inmerso en una sequía descomunal de medios materiales y humanos para luchar contra la enfermedad. Habría que trasladarse a África para entender este drama mortal que desde luego no se viviría igual en tierra occidental, o para ser más exactos, en el primer mundo. Congratula saber que pertenecemos a un país que es capaz, primero de repatriar a un ciudadano que se encuentra en el extranjero con un problema grave como está siendo el caso del sacerdote Miguel Pajares, y segundo, donde se puede tratar a esa persona afectada por una enfermedad mortal como el ébola, aunque sea la primera vez que un infectado será tratado en España. Desde hace días se trabaja para ofrecer las garantías necesarias para el afectado, el personal especializado y la propia sociedad española. Algunos han criticado la tardanza en esta repatriación y puede que especialmente para los seres queridos del religioso sea así, pero es una tarea complicada que exige un protocolo estricto. Y eso debemos valorarlo y reconocerlo.