Ramón Tamames
Fotovoltaica forever
La energía solar fotovoltaica es un tipo de electricidad renovable que se obtiene directamente de los rayos del sol , merced a la foto-detección que se hace de la luz, mediante una lámina metálica semiconductora que es la llamada célula fotovoltaica.
La corriente eléctrica continua que así se produce se transforma en alterna, mediante inversores, para luego inyectarla en la red eléctrica general; o bien para dedicarla al autoconsumo, sobre todo en entornos aislados y donde se requiere poca potencia . Además, la fotovoltaica resulta ideal, asociada a sistemas de baterías, para señalización de vías públicas, estaciones meteorológicas o repetidores de comunicaciones.
Como en otros países, la fotovoltaica ha tenido un gran desarrollo en España en los últimos años. En la búsqueda de energías limpias, al margen de los combustibles fósiles, para competir con los cuales se facilitaron primas muy considerables. Al objeto de cubrir el diferencial entre el coste y el precio de mercado, y asegurar un cierto nivel de beneficios.
Pero hete aquí, que después de ese gran crecimiento, «mi gozo en un pozo»: en 2012 el Gobierno aprobó varios RDL por los que se decidió la suspensión de los procedimientos de preasignación de retribuciones, se acortaron los plazos de apoyo, y se suspendieron los incentivos para nuevas instalaciones. De modo que las futuras plantas fotovoltaicas sólo obtendrán por la venta de su energía el precio de tarifa.
Esa nueva regulación está suponiendo un gran freno al desarrollo de una fuente primaria de energía muy prometedora. Con el consiguiente parón en el desarrollo de tecnologías propias y de fabricaciones nacionales que van ligadas a las mismas. En ese sentido, el Gobierno tendría que aclararse las ideas, y formular definitivamente una nueva estrategia energética global; para mantener la investigación y las exportaciones de bienes y servicios en este ámbito; en el que en muy poco tiempo llegamos a ser uno de los países más avanzados.
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