Política

Ely del Valle

Gracias, ex presidente

La Razón
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Hay espaldarazos que cortan la respiración y te dejan con la duda de no saber si el «amigo» en cuestión no mide sus fuerzas o simplemente aprovecha la ocasión para aplicarte un correctivo. Con ese mosqueo debe andar Pedro Sánchez tras el apoyo que le ofreció Felipe González después de confesar que a él lo que le hubiera gustado es que el secretario general fuese Madina. No eras tú, pero ya que estás, cuenta conmigo. A ver qué cara se pone ahí. La sonrisa debe oscilar, me imagino, entre el agradecimiento y el bochorno por haber fallado al gran jefe ganándole a su candidato. En cualquier caso, habrá sido una sonrisa subordinada, porque Felipe sigue siendo mucho Felipe en el PSOE y lo que él diga va a misa. De ahí que a pesar de la zancadilla, el empujoncito se agradezca.

A quien también se le han debido erguir las orejas como a un perdiguero con esto del apoyo a Sánchez es a Susana Díaz. Y es que el mensaje, además, iba dirigido a los aspirantes, ya sean favoritas en desgracia, ex presidentes liantes o la mismísima «niña» de sus ojos. Puestos a repartir, los jarrones chinos no miran pelo.

Entre el público estaba Zapatero que también es un jarrón, pero que a juzgar por el caso que le hacen los suyos, más que chino debe ser del chino. Zapatero adoptó la estrategia que tan célebre le hizo en los foros internacionales y que consiste básicamente en estar callado y como ausente. Al Maquiavelo de León nadie le invitó a hablar –una lástima teniendo en cuenta que sus metáforas siempre dan mucho juego incluso cuando no vienen a cuento– así que nos hemos quedado con ganas de saber si sigue de morros con Sánchez por lo del artículo 135... y el calibre de las palmaditas en la espalda que le dieron Sánchez y González. Seguro que fueron muy reveladoras.