Eurocopa 2016

La denuncia

La Razón
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Derrota antes de empezar y escándalo en la antesala del comienzo eurocopero: sólo resta la victoria. Georgia rebajó la euforia de la Selección y a De Gea, que si parecía titular indiscutible ahora apunta, quizá, a suplente, repudiado por ejercer de celestino, le visita en mala hora el espíritu de Tennessee Williams, sólo que este pájaro de juventud es menos dulce que Chance Wayne. En realidad no es un pájaro sino dos, o tal vez tres. En cualquier caso, presuntos. Hay una denuncia de una muchacha contra un comerciante de carne fresca que le prometió una buena tajada si, en compañía de otra mujer, elevaba las feromonas de unos jóvenes futbolistas por encima de la línea del cielo. El proxeneta exigió a la chica que se plegara a cualquier deseo y ésta terminó por dar el cante en comisaría. Aludió a malos tratos y abusos sexuales del perdonavidas, no de los clientes, que para más inri cerraron la transacción económica con el chulo y ella no vio un céntimo de euro.

Hay que tener la cabeza muy bien amueblada para no caer en la tentación recién cumplidos los 20 años y con la cuenta corriente rebosante de euros. En el caso de tantos deportistas de élite, de los futbolistas, lo difícil a esa edad es ascender por la escalera de la fama sin volverse completamente gilipuertas y subir cada peldaño profesional conforme a la progresión adecuada.

Si como pensaba Zola (Émile) «la juventud es inmoderada en sus deseos», presuntamente a De Gea, Isco y Muniain se les fue la pinza cuando defendían el escudo de la Selección Sub’21, como a Ever Banega cuando se grabó en pleno ejercicio de onanismo. «La juventud tiene el genio vivo y el juicio débil» (Homero) y a la Roja este turbio asunto, a 72 horas del estreno, le sienta peor que un gol en propia puerta.